El proyecto de ley sobre agentes extranjeros, que desató grandes protestas en Georgia esta semana, ha sido retirado del Parlamento, según se indicó en una declaración conjunta del partido gobernante Sueño Georgiano, el movimiento público Poder Popular y la mayoría parlamentaria.

«Vemos que el proyecto de ley aprobado ha causado controversia en la sociedad. La maquinaria de la mentira ha conseguido presentar el proyecto de ley bajo una luz negativa y engañar a cierta parte de la población», indica el comunicado. «El proyecto de ley ha sido calificado falsamente de ‘ley rusa’ y su aprobación en primera lectura se ha presentado a los ojos de una parte de la opinión pública como una desviación del rumbo europeo», subraya.

El partido Sueño Georgiano, principal promotor del proyecto, afirma que «las fuerzas radicales consiguieron implicar a algunos jóvenes en actividades ilegales». De igual manera, resaltó que sigue apoyando el proyecto de ley «sin reservas».

«Cuando se calme el trasfondo emocional, explicaremos mejor a la opinión pública por qué se aprobó el proyecto de ley y por qué era importante garantizar la transparencia de la influencia extranjera en nuestro país», concluyó.

Las protestas masivas se iniciaron el martes después de que se aprobara por mayoría parlamentaria el proyecto de ley de agentes extranjeros en primera lectura. Ayer, los manifestantes también rodearon el Parlamento georgiano e intentaron irrumpir en el edificio. Las fuerzas del orden utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar la protesta. Tras varios enfrentamientos con las fuerzas del orden, más de 130 personas fueron detenidas.

Las protestas continúan

Por su parte, el partido de la oposición Girchi, así como representantes de varias ONG, anunciaron que continuarán con las protestas a pesar de la retirada del Parlamento del controversial proyecto de ley.

Los activistas de la oposición dijeron que querían claridad sobre el procedimiento de retirada del proyecto y exigieron la liberación de todos los detenidos.

Reacción de EEUU y la UE

El vocero del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, había expresado que Washington se encuentra preocupado por la aprobación del proyecto de ley, calificándolo como «un tremendo retroceso en las aspiraciones del pueblo de Georgia y en la posibilidad de que EEUU siga siendo un socio para el pueblo de Georgia». Además, Price no descartó la posibilidad de que los responsables de reprimir las protestas en Tbilisi pudieran ser objeto de sanciones estadounidenses.

Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, subrayó que el proyecto de la ley es «una evolución muy negativa para Georgia y su pueblo».

«Esta ley es incompatible con los valores y normas de la UE. Va en contra del objetivo declarado de Georgia de adherirse a la Unión Europea, apoyado por una gran mayoría de ciudadanos georgianos. Su adopción final puede tener graves repercusiones en nuestras relaciones», anunció Borrell en el comunicado.

(RT)