Los escándalos en el Poder Judicial revelados en el contexto de la Operación Especial Anticorrupción adelantada por el Estado venezolano para combatir el flagelo, harían parte de «una gran conspiración con varias ramificaciones» cuyo objetivo terminal sería «implosionar» al Estado venezolano desde sus cimientos.

Así lo aseguró el periodista Eligio Rojas, ancla del programa Tubazos y experto en temas policiales y judiciales, en conversación con su colega Clodovaldo Hernández para la más reciente entrega de su programa Cara a Cara, producción exclusiva de LaIguana.TV.

«Estamos en presencia de una gran conspiración con varias ramificaciones, en donde se quiere presentar al país como un país donde no hay Estado de derecho, donde la justicia se transa en dólares», argumentó Rojas, que basó sus apreciaciones en testimonios de parlamentarios cercanos al presidente Nicolás Maduro.

Tales valoraciones se inscriben en el caso de la liberación irregular de Oswaldo Cheremos, alias «El Pelón Cheremos», un traficante de armas que encabeza la banda criminal El Tren del Llano que recibió una medida cautelar del Circuito Judicial de Caracas, que derivó en la captura del presidente de esa instancia judicial, Cristóbal Cornielles, así como del juez de control José Macsimino Márquez.

Empero, en apreciación de las fuentes parlamentarias que conversaron con Eligio Rojas, no se trata de que estas personas incurrieron en estas prácticas porque participan en una conspiración, sino que su conducta es funcional quienes mueven los hilos desde el extranjero.

«Los directores ven muy bien las debilidades de los actores, de algunos funcionarios, y utilizan esas debilidades para visibilizar lo que ellos quieren visibilizar, en este caso, que aquí no hay justicia, que aquí no hay Estado de derecho, que la justicia la puede comprar un traficante de armas en un cuarto de millón de dólares, por ejemplo», abundó.

Bajo esta hipótesis resultaría igualmente funcional la aprehensión de Pedro Hernández, alcalde del municipio Santos Michelena, por su vinculación con el grupo de delincuencia organizada fundado por Carlos Enrique Gómez Rodríguez, alias «El Conejo».

«El objetivo de la conspiración es implosionar el Estado y para implosionar el Estado, tienes que caotizar la sociedad. Y para caotizar la sociedad, la vanguardia que tienen son los grupos estructurados de delincuencia organizada», argumentó Rojas, lo que, al menos en su criterio, es un indicio de que el Estado está consciente de que estas estructuras criminales «están siendo utilizadas como vanguardia organizada para caotizar el país».

Rojas recordó que como puntualizara el pasado 20 de enero el presidente Nicolás Maduro, los líderes de las bandas necesitan del apoyo político local «para poder desplazarse» y las alianzas a menudo no son secretas, como que quedó en evidencia cuando el mandatario acudió a Las Tejerías por la tragedia ocasionada por las lluvias el pasado octubre.

«La información es clave para los cabecillas, porque la estructura de esa organización había sido desmantelada parcialmente con ocasión de la Operación Gran Cacique Guaicaipuro II cuando abatieron a ‘El Koki'», completó.

Según cifras oficiales referidas por el comunicador, en el país operan 52 organizaciones delincuenciales, de las que entre 10 y 13 habrían sido contactadas por los carteles del narcotráfico.

«¿Para qué? Para que les ayuden a diseñar nuevas rutas. Una de las rutas principales es la del centro del país y el enclave desde donde se estaba organizando esa ruta, es el municipio Santos Michelena por su conexión con la Autopista Regional del Centro, con el estado Miranda, con Carabobo, con Guárico», explico.

Siempre siguiendo esta línea analítica, destacó que todos estos eventos son útiles al interés de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en posicionar «a Venezuela en el foco de los Estados permisivos con el tráfico tráfico de drogas».

Para cerrar este tema, Eligio Rojas apuntó que «la otra caotización» que persiguen los líderes de la conspiración internacional para derrumbar al Estado venezolano, es la económica, porque con la malversación de fondos en la estatal Petróleos de Venezuela –extraoficialmente se refiere que se trataría de 3.000 millones de dólares y el fraude se habría perpetrado a través de operaciones en criptomonedas–, el gobierno sería incapaz de atender demandas urgentes como el ajuste salarial.

«El hilo conductor de estas realidades que hemos estado comentando, en percepción de estos amigos que consulté, es que estamos en presencia de una gran conspiración que busca implosionar al Estado», reiteró.

Para disfrutar de la entrevista completa, en la que se abunda sobre este y otros casos de actualidad, haga clic en el video adjunto.

(LaIguana.TV)