La actual crisis bancaria en Estados Unidos ratifica que el sistema económico del país norteamericano es frágil y puede seguir siendo azotado por tormentas económicas cada vez más grandes y frecuentes, asegura el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
«Hemos creado un sistema económico que es más frágil y, por lo tanto, más propenso a ser bombardeado por ‘shocks’. Y los impactos que experimentamos tienen efectos más grandes», afirmó el laureado, citado en un artículo de The Washington Post (WP).
Grandes pánicos financieros y recesiones han azotado periódicamente a EEUU y, en opinión de Stiglitz, las turbulencias resultantes no son fáciles de eliminar de la economía. Según el reputado economista, también puede ser difícil lograr un equilibrio. «El sistema económico por sí solo no se corrige a sí mismo cuando es bombardeado por todo tipo de conmociones», remarcó el economista, que estuvo a cargo del Banco Mundial entre 1997 y el 2000.
La frecuencia de los eventos que sacuden el sistema económico, junto a la aparición de nuevos riesgos, hace pensar a otros analistas como Stiglitz que se avecinan nuevos peligros financieros. «El crecimiento de los mercados privados no regulados, la brecha cada vez mayor entre EEUU y China y las consecuencias financieras del cambio climático», son algunos de los entornos volátiles actuales que podrían desencadenar nuevas inestabilidades, señala la nota periodística.
Crisis tras crisis en EEUU: ¿casualidad?
Los últimas cuatro administraciones estadounidenses se han enfrentado a crisis económicas lo suficientemente graves como para justificar una intervención gubernamental extraordinaria; un patrón que parece no ser consecuencia del azar. Al respecto, WP explica que décadas después de la Segunda Guerra Mundial, «las restricciones a los flujos de capital mundiales y la estricta regulación de las finanzas nacionales mantuvieron bajo control los riesgos de inestabilidad». Sin embargo, con el tiempo, se suavizaron y en los últimos 30 años, con el final de la Guerra Fría, florecieron «vínculos financieros y de producción transfronterizos» que, además de dar pie a mayores beneficios, han generado mayores riesgos que han sido «menos visibles».
El artículo destaca además que las calamidades económicas de los últimos años han estallado en rápida sucesión: la crisis financiera mundial de 2008, la pandemia de 2020 y, más recientemente, la quiebra de Silicon Valley Bank. Y si bien los tres episodios tenían poco en común, surgieron luego de «períodos de éxito» que hicieron pensar a inversionistas y ejecutivos que tales condiciones favorables se mantendrían. Tasas de interés ultrajabas y un escenario geopolítico relativamente tranquilo son algunos de esos antecedentes.
(RT)