Dos artículos publicados por un prestigioso diario en el mismo día señalan que la posibilidad de un default y la reciente crisis bancaria, además de la fortaleza china en el resto del mundo, demuestran que la hegemonía de EEUU está quedando en el pasado.
Las notas, aparecidas ambas en el influyente medio estadounidense The New York Times este 17 de mayo, sugieren que el liderazgo global de EEUU bajo la presidencia de Joe Biden está perdiendo fuerza, dejando espacio para la expansión de la influencia china en el resto del mundo.
Uno de los artículos, titulado «Para Biden, la crisis interna complica la diplomacia en el extranjero», asegura que la volatibilidad política y económica de EEUU es un riesgo para el resto de los países del mundo.
«El presidente Biden partió hacia Japón el miércoles para asistir a una reunión de los líderes de las siete principales democracias industriales que se reúnen cada año para tratar de mantener estable la economía mundial. Pero resulta que la principal amenaza potencial para la estabilidad económica mundial este año es Estados Unidos», indica el New York Times.
El diario indica que el potencial default en el que podría caer EEUU en apenas dos semanas, tras fracasar en las negociaciones parlamentarias para aumentar el techo de la deuda, sumado a su reciente crisis bancaria —que terminó con la quiebra de 3 importantes bancos regionales—, así como también la creciente polarización política en el país que ha terminado en violencia, muestran a un país lejano de la solidez y fortaleza del pasado.
«En lugar de ser el comandante indiscutible de la superpotencia más poderosa (…), el señor Biden será un líder asediado obligado a regresar a casa para evitar una catástrofe provocada por los propios Estados Unidos», señala el periódico, que dice que un default sacudiría no solo la economía de EEUU sino también la de los demás países, debilitando aún más su posición en el escenario global.
El artículo cita los comentarios de Jane Harman, exrrepresentante demócrata de California que luego se desempeñó como presidenta del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson sobre la decadencia estadounidense.
«Creo que nuestra mayor amenaza somos nosotros (…) Nuestro liderazgo en el mundo está siendo erosionado por nuestra disfunción interna», dice.
Un EEUU «disfuncional y poco confiable»
Otro artículo publicado en el mismo medio norteamericano gira en torno a las consecuencias y posibles lecturas geopolíticas de la cancelación de los viajes oficiales del presidente estadounidense a Australia y Papúa Nueva Guinea.
El mandatario tenía previsto visitar ambos países esta semana después de la cumbre de líderes del Grupo de los Siete (G7) en Hiroshima, Japón, pero decidió a último momento suspender estos viajes para poder continuar negociando en persona con los líderes del Congreso de su país el aumento del límite de la deuda, con el objetivo de evitar un default.
«Lo que significa la cancelación, en los términos más amplios, es que la política interna de Estados Unidos está socavando su política exterior en un momento crucial, en una región crítica. Los analistas y diplomáticos advierten que los temores de un Estados Unidos disfuncional y poco confiable ahora se reavivarán en Asia y el Pacífico, donde Estados Unidos ha comenzado recientemente a generar impulso en sus esfuerzos para contrarrestar la influencia china», alerta el New York Times.
Hal Brands, profesor de asuntos globales en la Universidad Johns Hopkins, es citado en la nota diciendo que esta cancelación reforzará las dudas persistentes sobre el poder de permanencia de Estados Unidos, algo que, estima, será aprovechado por China.
De acuerdo al especialista, el mensaje del gigante asiático a los países de la región tras el plantón de Biden será: «No pueden contar con un país que ni siquiera puede realizar funciones básicas de gobierno».
El New York Times señala que EEUU todavía debe demostrar en buena parte de la región que puede estar tan presente y ser tan productivo para ellos como lo es asociarse con China.
«El cuerpo diplomático de Pekín en todo el mundo ahora es más grande que el de los Estados Unidos y está muy concentrado en Asia. China tiene la armada y la guardia costera más grandes del mundo, y sus empresas estatales han irrumpido en las industrias de la construcción y la minería de muchos países en desarrollo, incluidos Fiji y Papúa Nueva Guinea, que se encuentra justo al norte de Australia», señalan.
(Sputnik)