Un día antes de finalizar la cumbre del G7, los países miembros emitieron una declaración conjunta abordando los temas principales mundiales, de acuerdo con su visión. Sin embargo, como destaca el artículo del periódico chino ‘Huanqiu’, lo único que ha atraído la atención en el documento fue el áspero tono antichino.

«Parece que el G7 quiere atraer la atención del mundo y ‘dar un recordatorio de sí mismo’ agitando el problema de China», reza el texto.

Se señala que tras su establecimiento, el grupo del G7 se ganaba terreno gracias a su rendimiento económico que alcanzaba casi 70% de todo el mundo. No obstante, el actual G7 no tiene nada en común con el del pasado a medida que estos años su producción solo se cae, lo que junto con la disminución de la población en los estados-miembros se repercute en la base fundamental del dicho formato.

Como consecuencia, el Grupo de G7 ha entrado en la plena crisis existencial, indica la publicación. Pasando desde las discrepancias internas, el foro ha llegado a incluir en sus declaraciones conjuntas «comentarios duros e irresponsables» sobre China, que ha acabado convirtiéndose en el vector definitorio de su política.

«El G7 se autodenomina ‘Club de los Siete Países Industrializados’, pero ahora se parece más a un pequeño taller especializado en la producción masiva de productos antichinos ‘no certificados’ que no tienen fundamento ni base legal y no siguen los valores morales del G7», destaca el artículo.

Al servicio de intereses de EEUU

El foco antichino del G7 satisface los intereses de EEUU, que lleva tiempo creando una coalición contra el país asiático, subraya la publicación. Prueba de ello es el hecho de que China se menciona en el último documento 20 veces, la cifra que constituye el máximo de los años pasados. La declaración plantea una variedad de cuestiones, entre ellas, relacionadas con tensiones en torno a Taiwán, con el mar de China Oriental, Tíbet, la política nuclear china y su supuesta «coerción económica» sobre socios, en la opinión de los líderes del G7.

Teniendo en cuenta todos los indicios registrados sobre los sentimientos del G7 hacia China, el artículo hace hincapié en que el formato no solo interfiere gravemente en los asuntos internos del Estado, sino que también se enfrenta abiertamente al país.

«Todo ello convierte al G7 en una de las mayores amenazas actuales para la paz y el desarrollo», se subraya.

Al mismo tiempo, no pueden ignorarse en el documento expresiones moderadas hacia China, como la presunta intención de un diálogo constructivo y el compromiso con una política de una sola China. Según el artículo, esto puede indicar la presencia del desacuerdo entre EEUU y Europa sobre la postura final respecto al país.

Sin embargo, también demuestra que cualquier plan estratégico «sucio» de EEUU está cubierto por una capa de «moralidad». Se profundiza que con la creciente actitud antichina del G7 su papel en asuntos mundiales se reducirá aún más, mientras servirá solo para los intereses de EEUU.

«La cumbre de Hiroshima parece haber dado al G7 cierta ilusión de que el bloque está ‘haciendo historia’, pero muy pronto los vientos de la realidad la disiparán, porque sin prosperidad y desarrollo internos, una exhibición externa de poder no será más que un ‘espectáculo’, se concluye.

«¿En serio?»

Asimismo, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, llamó atención al hecho de que los países del G7 no podrán «engañar» al resto del mundo calificando a China de amenaza y violando el derecho internacional

 

«Algunos miembros del G7 han calificado a China como ‘la mayor amenaza para la seguridad y la prosperidad mundial’. ¿En serio? Al mundo real no se le lava el cerebro ni se le engaña», escribió en sus redes sociales.

La diplomática también recordó que China es el «motor número 1 de la economía mundial», ya que contribuye más al crecimiento económico que todos los países del G7 juntos, también constituye uno de los principales socios comerciales de más de 140 países y es el segundo país que más apoya a la ONU.

«Si China es una amenaza, ¿qué son algunos miembros del G7 que libran guerras contra Estados soberanos, derrocan Gobiernos extranjeros legítimos, se retiran de tratados multilaterales y obligan a otros países a romper cadenas de suministro?», añadió Hua Chunying.

La portavoz publicó un gráfico que muestra una serie de tratados y organizaciones internacionales de los que EEUU se ha retirado recientemente. Entre ellos figuran la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Acuerdo de París y el Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (el Tratado INF).

Además, Hua Chunying afirmó que 201 de los 248 conflictos armados que estallaron entre 1945 y 2001 fueron iniciados por Washington.

(sputniknews)