Los datos del Departamento del Tesoro estadounidense publicados el 16 de junio indican que el endeudamiento federal por primera vez en la historia del país superó la barrera de los 32 billones de dólares, menos de dos semanas después de que el presidente Joe Biden firmara la ley que subía temporalmente el techo de la deuda hasta 2025. 

«La deuda pública total pendiente asciende a 32.039.244.000.000 de dólares», especificaron desde el Departamento. 

Cuando Biden firmó la ley el 3 de junio, la deuda nacional total ascendía a 31,47 billones de dólares.  

En el primer día hábil, tras la elevación del techo de deuda, la carga de deuda aumentó en casi 400.000 millones de dólares, reflejando las necesidades de endeudamiento reprimidas, como los pagos a los planes de jubilación de los trabajadores federales que el Departamento del Tesoro retrasó para evitar superar el techo. 

A finales de mayo, se informó de que la deuda nacional de Estados Unidos a finales del año pasado era igual en volumen a la deuda agregada de los gobiernos de los siguientes 13 mayores países deudores y superaba en 107 veces la deuda rusa. La deuda pública del país a finales de 2022 alcanzó la cifra récord de 31,42 billones de dólares. El segundo lugar fue para Japón con una deuda de 9,59 billones de dólares. En tercer lugar, China, con 3,75 billones de dólares.  

Anteriormente, The Economist había calificado la deuda nacional estadounidense de amenaza para la economía mundial. El artículo señalaba que un impago socavaría la confianza del sistema financiero más importante del mundo, y severos recortes presupuestarios provocarían una profunda recesión. 

Al parecer, el líder estadounidense se muestra optimista sobre las perspectivas de resolver el problema de la deuda pública. Pero no todo el mundo dentro de EEUU comparte el optimismo del presidente norteamericano. 

Por ejemplo, el economista jefe de Moody’s Analytics, Mark Zandi, declaró a New York Times que el país se enfrenta a «los graves problemas fiscales a largo plazo», mientras que Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, comparó la deuda estadounidense con «una bomba de relojería». 

(Sputnik)