Con los recientes acercamientos de Argentina y Brasil hacia el yuan chino, el alejamiento de la región del dólar y la creciente influencia de la moneda china pueden convertirse en un tema en la agenda del Mercosur, dijo a Sputnik el politólogo Carlos Luján. Para el experto, la divisa china podría ser beneficiosa también para Uruguay.

Los mayores miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado por Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil) han desplegado estrategias y acuerdos que se encaminan a disminuir la dependencia del dólar.

Argentina pagó en yuanes parte de la millonaria deuda que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en abril activó un swap con el gigante asiático para pagar en esa misma moneda las importaciones de mercadería de origen chino. Recientemente el Banco Central del país sudamericano redobló la apuesta y habilitó la apertura de cuentas bancarias en yuanes.

En la misma línea, Brasil se acercó a la divisa del gigante asiático. En marzo, los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva y Xi Jinping acordaron llevar adelante sus relaciones comerciales con sus propias divisas, en lugar de comercializar con el dólar estadounidense.

El yuan también ha logrado posicionarse en las reservas internacionales de Brasil, donde no tenía participación hasta 2018. Desde entonces ha crecido y se ha convertido en la segunda mayor divisa, desplazando al euro.

En diálogo con Sputnik, el politólogo uruguayo Carlos Luján aseguró en el caso de Argentina se presenta «una gran dificultad para la obtención de dólares» por lo que «la utilización de los derechos de giro o de reservas del Banco Central en yuanes es una forma de subsanar esa escasez de dólares».

En el caso de Brasil, la pertenencia del país al bloque económico BRICS —integrado por el gigante sudamericano, Rusia, la India, China y Sudáfrica— facilita los intercambios en yuanes, aseguró el experto, que indicó que discutir la utilización de la moneda asiática podría ser un tema en la 62ª cumbre del Mercosur.

«Si Uruguay está pensando en profundizar los vínculos comerciales con China a través de un Tratado de Libre Comercio sería una herramienta que probablemente esté sobre la mesa en la discusión y que el Ministerio de Economía y la cancillería deberían evaluar fuertemente», expresó.

Sin embargo, Paraguay podría adoptar una postura diferente. «Ellos no reconocen a la República Popular China, sino a Taiwán, lo que también es un inconveniente a la hora de las tratativas del conjunto del Mercosur con China para la elaboración de un TLC», recordó.

Para Luján, los acercamientos de los países latinoamericanos a la moneda asiática son un reconocimiento de que «vivimos en un mundo multipolar», en el que participan grandes potencias en el escenario internacional.

«Lo que pasó en la década de 1990 con el unipolarismo estadounidense ya es parte de la historia», aseguró el experto, agregando que, además de China, otros actores del Grupo de los Veinte (G20), como Indonesia, Arabia Saudí o Turquía, son potencias «muy relevantes».

Sin embargo, para el especialista el proceso de adquisición del protagonismo del yuan en el escenario internacional no se dará en el corto plazo. Por el contrario, podría demandar décadas, pero terminar desplazando a la moneda estadounidense.

En ese sentido, el experto remarcó que China tiene un pensamiento estratégico y que sus proyecciones para el 2049, en el marco del centenario de la revolución maoísta, pueden estar ligadas a posicionarse como un actor más fuerte en el mundo. Mientras tanto, durante los próximos diez años podría aumentar el protagonismo del yuan, así como de monedas como la rupia, el rublo, el rand sudafricano o, incluso, el real.

Luján imaginó incluso que en el futuro el yuan sea adoptado incluso por países aliados de EEUU, en caso de que les convenga.

(Sputnik)