El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se negó a asumir la culpa por honrar al colaborador ucraniano de las SS, Yaroslav Hunka, en el Parlamento del país, trasladando la responsabilidad al expresidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota.

«Todos hemos reconocido que fue un grave error del anterior presidente del Parlamento. Y mientras decidimos quién será el próximo líder, sé que todos queremos saber cómo asegurarnos de que estos errores no vuelvan a repetirse», dijo Trudeau ante los legisladores.

El primer ministro canadiense comentó que su gobierno está dispuesto a participar en la investigación de quienes visitan el Parlamento, pero no tiene derecho a violar los derechos fundamentales de sus miembros. De esta manera, Trudeau respondió a una de las muchas peticiones para que aceptara la responsabilidad sobre el caso de Hunka.

«¿Saben quién no responde ante el primer ministro en nuestro sistema parlamentario? El Presidente de la Cámara de los Comunes. Eso es un hecho establecido. Si el líder de la oposición quiere cambiar ese sistema, que lo diga, y nosotros seguiremos defendiendo los principios del parlamentarismo», afirmó.

El primer ministro de la nación norteamericana calificó el incidente como una «vergüenza» para el Parlamento y Canadá, pero la situación no afectará al apoyo a Ucrania. El discurso de Trudeau estuvo acompañado de abucheos por parte de los diputados.

Además, el jefe de Estado canadiense pidió disculpas al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, por la ovación de pie que recibió un veterano de guerra ucraniano que combatió para los nazis en la Segunda Guerra Mundial, durante una audiencia en la Cámara de los Comunes.

«En el nombre de todos en esta Casa, quiero presentar mis incondicionales disculpas por lo que ocurrió el viernes, así como al presidente Zelenski y a la delegación de Ucrania por la situación en la que quedaron», indicó el primer ministro de Canadá en una presentación en el parlamento.

El 22 de septiembre, Yaroslav Hunka, de 98 años, figuraba entre los invitados a la sesión del Parlamento canadiense en honor de la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El presidente de la Cámara de los Comunes lo presentó, entre los aplausos del público como «un luchador por la independencia de Ucrania contra los rusos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)».

En realidad, Hunka resultó ser un antiguo miembro de la división de voluntarios Galizien de las SS, que estaba formada por ultranacionalistas ucranianos y no solo luchó contra el Ejército Rojo, sino que también destacó por las atrocidades cometidas contra judíos, polacos, bielorrusos y eslovacos.

La División Galizien de las SS fue una unidad militar dentro del cuerpo de élite de la Alemania nazi, las Waffen-SS, dirigidas por Heinrich Himmler. Creada el 28 de abril de 1943, luego de la ocupación de Ucrania, estuvo formada por más de 80.000 colaboradores nazis, en su mayoría de la región ucraniana de Galitzia. Durante la Segunda Guerra Mundial, las filas de la división realizaban tareas de fuerza policial, combate a los partisanos e intimidación de la población, cometieron numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia.

Lo sucedido causó descontento de una gran parte de la sociedad civil y política no solo de Canadá, sino de otros países. Así, desde Polonia declararon que Varsovia «nunca aceptará encubrir a semejantes criminales y espera disculpas». Mientras que desde Rusia afirmaron que Moscú está indignada por el homenaje a Yaroslav Hunka.
«Es una actitud descuidada hacia la memoria, y la memoria debe ser preservada en relación con los nazis. Sin importar la edad que tengan, estos crímenes no prescriben (…) tal negligencia, por supuesto, es indignante», señaló el 25 de septiembre el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

(Sputnik)