El italo-colombiano Michael Saba acusado de asesinar y desmembrar el cadáver de la joven venezolana Yenny Carolina Pérez Canelón en un apartamento rentado en el Distrito Nacional, habría planificado el crimen, según lo detallado en la solicitud de medida de coerción impuesta por el Ministerio Público (MP).

El organismo detalló en su solicitud de medida de coerción cómo ocurrieron los hechos que llevaron a la muerte y posterior desmembramiento de la venezolana, por la que la, este miércoles 27 de diciembre, juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, Rigoberto Sena, impuso un año de prisión preventiva al ítalo-colombiano en la cárcel Najayo Hombres.

Los hallazgos

De acuerdo al documento, Saba rentó el inmueble vía otra persona para que su nombre no figurase.

Según los miembros del MP, la Policía Nacional (PN) y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en el lugar de los hechos se hallaron un bolso y una maleta de color negro con restos de la venezolana. Asimismo, tres cuchillos de diferentes dimensiones, un arma de fuego tipo pistola marca Glock, con un Switch y un dispositivo silenciador.

Asimismo, varias porciones de un polvo rosado, presumiblemente Tussi (cocaína rosada); una caja de pastillas de Diazepam, un juego de esposas marca Street Wise y una mochila color negro marca Guess, conteniendo en su interior una soga.

El MP agrega también en la solicitud que el imputado estaba esperando a un motorista de confianza, identificado como Pedro Luis Barrera García, a quien el ítalo-colombiano contactó vía Whatsapp para que le comprara una pintura blanca, algo con que pintar las paredes y guantes de látex.

Así hallaron a la venezolana

En el documento se explica que las autoridades encontraron la cabeza y parte de los muslos de la venezolana en el refrigerador, los pies en el bulto de color negro y el torso en la maleta del mismo color.

“El cadáver de la víctima, Yenny Carolina Pérez Canelón, presentó una herida por proyectil del arma de fuego en el corazón y desmembramiento de cabeza, miembro superior izquierdo, y miembros inferiores, conforme al acta de levantamiento de cadáver no. 80360, de fecha 21/12/2023, realizado por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF)», dice la solicitud.

Luego de terminar con la vida de la joven, de nacionalidad venezolana, descuartizó su cuerpo y lo introdujo en un refrigerador.

Según la solicitud de medida de coerción, emitida por el Ministerio Público, el imputado cometió el delito el jueves 21 de diciembre, siendo aproximadamente las 5:00 de la mañana y estando en la torre Suites By Refa, ubicado en la calle Andrés Julio Aybar sector Piantini, Distrito Nacional.

Los hechos

Para cometer los hechos, el ítalo-colombiano rentó el apartamento PH3, ubicado en el piso 11, edificio 39 de la torre mencionada, al señor Víctor Hugo García, vía la plataforma Airbnb; dicha renta iba a durar hasta el día 23 de diciembre del presente año.

La coerción narra que el acusado llegó al apartamento a las 11:51 de la tarde, a bordo de un taxista de su confianza, solo identificado como “Bizzarap”.

“El Italiano se desmontó con una mochila, unas bolsas de supermercado y una bolsa de regalo; el conductor lo ayudó a cargar con una maleta color negra para subirla al apartamento y posteriormente se marchó. El imputado fue recibido en el lobby por el señor Rafael Muñoz Fabián”, describe el documento legal.

Minutos más tarde, a las 12:17 de la tarde, llega al apartamento Pérez Canelo, la víctima, quien conforme a las cámaras de seguridad, llegó con un taxista que la recogería pasadas las dos horas de estar en el lugar de los hechos.

El documento específica que el taxista de la joven, identificado como Manuel Antonio Rosario Santana, le escribió a las 1:52 de la mañana, para saber si estaba lista a lo que esta le contesta que estaban hablando algo, que fuera como a las 4:00 de la mañana.

Posteriormente, siendo las 4:07 de la mañana, el taxista le escribe a la víctima diciéndole que ya estaba en el lugar para recogerla, y la hoy occisa le respondió: “Sí. ven”, a lo que este le contestó: “baja que ya estoy aquí”.

Pasados unos minutos, la víctima vuelve a escribirle: “ven sube al piso 11”, entonces el taxista le preguntó que para qué, y ella le responde y siendo específicamente las 4:20 de la mañana, la víctima le envió unos audios al taxista.

“Él me pagó y me pagó bien, él quiere dar una bailadita, espérame abajo que en 20 minutos bajo”, decían los audios enviados, subsiguientemente le mandó otro audio diciendo que el ítalo-colombiano estaba “endrogaísimo” (drogado).

Luego la víctima llamó al taxista y le preguntó si había un joven venezolano en la entrada del apartamento, a lo que este le responde que no había nadie; luego Yanny vuelve y le escribe a las 4:40 de la mañana, dictándole que ya iba. Después le envía otro audio diciéndole: “el chamo que viene es pareja de alguien que me conoce y son como chismosos, pero como no estoy en bajar”.

Mientras al taxista se encontraba esperando que la víctima bajara, llegó a dicha torre Alex (a) Lalo y/o el Chamo, por lo que le escribió a la víctima y le dijo: “el chamo está aquí y va subiendo”, mensaje que ya no fue contestado por la víctima.

En las cámaras de seguridad se observa que “El chamo”, subió y bajó como a los 15 minutos, mientras que el nombrado taxista siguió llamándole y escribiéndole hasta las 6:10 de la mañana y la víctima nunca bajó.

Contactan a la hermana

La medida de coerción explica que, aproximadamente las 1:40 de la tarde, del mismo día (viernes), el taxista se comunica con la joven Yeisy Carolina Quinto Canelón, hermana de la víctima. Esto con el fin de preguntarle sobre el paradero de la víctima Yenny Carolina Pérez Canelo, a lo que esta le manifiesta que no había tenido contacto con ella, informándole éste dónde la dejó.

La hermana tenía conocimiento de que la víctima se iba a ver con el imputado Michael Saba. Por lo que hizo contacto con una ex novia del imputado a los fines de pedirle su número telefónico, número que no le fue proporcionado, pero la ex novia le dijo que trataría de contactar al imputado.

Pasados unos minutos, la exnovia le informó a la hermana de la víctima que habló con el imputado. Éste le informó que Yenny Carolina, supuestamente, nunca había llegado a la torre.

Dicha información desesperó a la joven Yeisy. En consecuencia, contactó a sus amigos para que la acompañaran a la dirección donde el taxista había dejado a la víctima.

Estando en dicha torre, un amigo de la hermana llama a un raso de la Policía Nacional, solicitándole que fuera a la dirección del apartamento.

Cuando el agente llegó al lugar, los amigos y familiares de la víctima le explican la situación y posteriormente decidió subir al apartamento con la hermana de la víctima.

Cuando el raso y la hermana iban a tomar el ascensor, el imputado iba bajando, topándose el rostro. En ese momento la hermana de la víctima le pregunta por esta, a lo que el acusado respondió que “Yenny se había ido”.

De inmediato, el miembro policial informó a sus superiores y pidió refuerzos, ya que, según el documento, el agente notó una actitud nerviosa en el ítalo-colombiano, a quien un motorista lo esperaba afuera del lobby. Pero, al notar la presencia policial, se fue.

El hallazgo del cuerpo

Al ingresar al apartamento se observó rastros de sangre en el piso y las paredes, entonces un cabo, quien llegó como refuerzo, observó en la habitación lateral izquierda una maleta color negro que estaba frente a la cama con rastros de sangre y al abrirla encontró el torso de un cuerpo femenino, siendo esto visto por la joven Yeisy Carolina Quinto Canelón, quien procedió a identificarla como su hermana.

A dicha escena procedieron a llegar miembros del Ministerio Público, Policía Nacional e Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), encontrando en el refrigerador la cabeza y parte de los muslos de la víctima.

Al ítalo-colombiano se le decomisó un bulto color negro con los pies de la víctima y una maleta color negro con su torso, además de tres cuchillos de diferentes dimensiones. Asimismo, un arma de fuego color negra con verde, y un dispositivo silenciador. También arias porciones de un polvo rosado presumiblemente Tussi, una caja de pastillas de Diazepam, un juego de esposas marca Street Wise, una mochila color negro marca Guess conteniendo en su interior una soga, color verde de aproximadamente 246 pulgadas. También se encontró un cintillo de navidad color rojo y unas zapatillas de mujer color marrón, ambas pertenecientes a la víctima.

Las pertenecías decomisadas llevaron al Ministerio Público a concluir que se trató de un asesinato premeditado.

(elcaribe.com.do)