La realidad es que «ya no hay estómago» en Occidente para financiar a Ucrania y el actual conflicto subsidiario contra Rusia allí, afirmó a Sputnik Michael Maloof, exfuncionario del Pentágono. En sus palabras, Kiev va a tener que considerar seriamente alguna forma de negociación y hacer frente a la realidad.

«EEUU tiene sus apropiaciones colgadas. El Gobierno de EEUU podría cerrar el 17 de enero si la Administración y el Congreso no logran negociar y llegar a un acuerdo para financiar a Ucrania e Israel y, al mismo, tiempo para defender la frontera. Creo que los republicanos hasta la fecha se han mantenido firmes, y veremos si aguantan. Pero ahora mismo ya no tiene el estómago para financiar a los ucranianos. Básicamente, la contraofensiva [ucraniana] fracasó, y no hay manera de que puedan retomarla y dar la vuelta a las cosas», señaló.

Anteriormente, el Congreso de EEUU había levantado la sesión por las vacaciones de invierno sin llegar a un acuerdo sobre la seguridad en la frontera de Estados Unidos con México y la ayuda adicional a Ucrania. Los legisladores republicanos instaron a la inclusión de medidas de seguridad fronteriza más estrictas en la solicitud de financiación suplementaria de 106.000 millones de dólares de la Administración Biden, que incluye más de 60.000 millones de dólares en ayuda para Ucrania. El senador estadounidense Chris Murphy afirmó que los negociadores esperan tener un acuerdo para presentarlo a los senadores a su regreso, el 8 de enero.

De cara al futuro, Michael Maloof pronosticó que el comienzo de 2024 en Estados Unidos va a ser bastante «tumultuoso».

«Tenemos que preocuparnos de si nuestro Gobierno va a estar siquiera abierto al público», señaló, añadiendo que «hay un segundo tramo en febrero que también se cerraría en caso de que no lleguen a una resolución sobre la financiación de las agencias gubernamentales tal y como ha dictado la Cámara».

Además, la financiación no solo de Ucrania, sino también la de Israel va a alimentar el debate interno, sugirió el experto, porque Estados Unidos está «bastante harto» del punto hasta el cual el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, exacerbó el actual ciclo del conflicto palestino-israelí. Más allá de la muerte de tantos civiles en Gaza en medio de la guerra del Estado judío contra Hamás, Netanyahu «parece estar intentando buscar pelea con los iraníes, y todo esto podría explotar», advirtió el experto.

«Supongo que él [Benjamín Netanyahu] piensa que puede seguir adelante y empezar a sembrar todo tipo de estragos no solo con Irán, sino también con Hezbolá en el norte. ¿Ayudaremos a financiar todo eso? Esa es la gran pregunta. Y no creo que haya estómago para ello, teniendo en cuenta que, ya sabe, entramos en un año electoral», afirmó el analista.

Todo el debate sobre la financiación de la guerra subsidiaria de la OTAN contra Rusia en Ucrania y la ayuda a Israel en su guerra contra Hamás se desarrolla mientras «el pueblo estadounidense no está contento con la economía, a pesar de lo que muestra Wall Street», señaló Maloof.

«Por supuesto, todos bailan en Wall Street. Pero la realidad para el pueblo estadounidense cada día es que no está funcionando para ellos. Y esa es la gente que vota», destacó.

En sus palabras, a pesar de que las cifras de desempleo en el país norteamericano son bajas, la inflación se está ralentizando y la economía estadounidense en general parece buena sobre el papel, la mayoría de los ciudadanos siguen afirmando sentirse «peor» bajo la llamada Bidenomics. A pesar de la decisión de la Reserva Federal de subir los tipos de interés, la inflación ha seguido afectando a los costes de bienes y servicios, señaló, agregando que todo esto se ha traducido en la notable mala posición de Biden entre los votantes de cara a las elecciones presidenciales de 2024. En diciembre, el índice de aprobación del mandatario de EEUU cayó hasta el 33%, el nivel más bajo desde que asumió el cargo.

Añadió que Rusia, por su parte, ha logrado capear el aluvión de sanciones económicas que le impusieron las potencias occidentales en medio de la escalada del conflicto ucraniano, adaptando su economía y reorientando el flujo de exportaciones de Europa a Asia y África.

¿А qué puede conducir la política de sanciones de EEUU?

Si la oposición a que el Congreso dé luz verde a la financiación del «régimen de Kiev» sigue creciendo, «hay una alternativa en la que la Administración está trabajando ahora», señaló Michael Maloof. Tiene que ver con que Estados Unidos y algunos países occidentales han congelado activos rusos en determinados bancos occidentales, subrayó.

«Estados Unidos espera que este dinero pueda utilizarse no solo para reconstruir el país [Ucrania], sino quizá para ayudar a financiar aún más una guerra contra Rusia. Pues bien, Rusia está bastante preocupada por esto y [el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi] Lavrov habló de ello», indicó Maloof.

Tras el inicio de la operación militar especial de Rusia, Occidente, liderado por Washington, impuso a Moscú sanciones generalizadas, incluida la congelación de activos rusos por valor de unos 300.000 millones de euros (329.000 millones de dólares). La mayor parte de esta suma, unos 200.000 millones de euros (221.000 millones de dólares), se encuentra en la Unión Europea, principalmente en cuentas de Euroclear, el depositario central europeo de valores.

Si se llevara a cabo, las cosas podrían «escalar aún más», advirtió Maloof.

«Podríamos tener más complicaciones en nuestras manos si la Administración Biden y sus neoconservadores lunáticos quieren continuar una guerra con Rusia a través de Ucrania. Y esto tiene que parar en algún momento. El Congreso tiene que tomar medidas afirmativas», añadió.

El 29 de diciembre, desde el Kremlin aseguraron que la incautación de los activos rusos en el extranjero supondrá un duro golpe para la economía mundial.

«Será un duro golpe para los principales parámetros de la economía internacional. Socavará la economía global, la confianza de otros países», afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la prensa, agregando que esta acción violaría el derecho internacional y otras leyes, incluidas las nacionales, «minando la confianza en los postulados básicos del sistema económico mundial.»

Por otro lado, varios expertos afirmaron a Sputnik que, si efectivamente la Administración Biden considera utilizar los activos rusos congelados en bancos occidentales para financiar al Gobierno de Kiev, estaría sentando un peligroso precedente. En sus palabras, otros países tendrían una prueba más de que el dólar ya no es una moneda de reserva mundial fiable si EEUU puede simplemente apoderarse del dinero de alguien, rompiendo los términos del sistema financiero y económico mundial que fue establecido por Washington y Occidente desde los Acuerdos de Bretton Woods.

«Occidente habrá sufrido un tremendo revés como consecuencia de ello, porque nosotros [Estados Unidos] hemos utilizado en exceso la idea de las sanciones como herramienta de presión económica y política. Y la utilizamos con todo el mundo. Y ahora incluso a nuestros aliados y amigos. Y eso tiene que acabar», afirmó Michael Maloof.

En general, viendo la dirección que parece tomar la Administración Biden y los planes de financiación que espera impulsar en el Congreso, Michael Maloof advirtió que «nuestra posición en el mundo se reducirá a cero… Ahora es bastante baja… Pero luego bajará a cero».

(Sputnik)