Pese a la tendencia a la baja de los últimos días, en medio de un dólar más fuerte y un descenso general de la demanda, las principales marcas de referencia de petróleo incrementaron su precio más de un 3% en un solo día debido a los acontecimientos en Oriente Medio y en el Norte de África.  

El precio de los futuros del crudo WTI subió 2,32 dólares (3,3%) hasta 72,70 dólares por barril (dpb), y el del crudo Brent aumentó un 3,15% hasta 78,28 dpb. 

El mercado de petróleo se vio afectado por la noticia sobre las explosiones en la localidad iraní de Kermán, cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, ocurridas el 3 de enero, que aumentaron las ya elevadas tensiones geopolíticas en la región. 

Este mismo día, se produjo otra noticia que provocó una nueva subida de los precios del petróleo: asaltantes desconocidos se apoderaron del yacimiento petrolífero de Al Sharara, en Libia, que producía 300.000 barriles de petróleo diarios (bpd). El yacimiento de Al Sharara lo explota la estatal libia NOC junto con la española Repsol, la francesa TotalEnergies, la austríaca OMV y la noruega Equinor. 

Además, los inversores evalúan las señales sobre la evolución de las reservas energéticas en EEUU. Según el Instituto Americano del Petróleo (API), en la semana hasta el 29 de diciembre, las reservas de petróleo en Estados Unidos cayeron en 7,42 millones de barriles, mientras que se esperaba un descenso de 2,97 millones de barriles. 

A pesar de la atención pública prestada a la transición a las energías renovables y a la agenda verde en general, los combustibles fósiles siguen desempeñando un papel importante en la vida económica y política, sobre todo en Occidente. 

En este sentido, cada subida del precio del petróleo puede agravar seriamente la crisis económica y energética que viven los países del Occidente Colectivo como consecuencia del rechazo a los hidrocarburos de bajo costo provenientes desde Rusia, y constituyen «una señal ominosa» para el orden mundial occidental. 

(Sputnik)