Más de una decena de aspirantes a la Presidencia de Venezuela formalizaron sus candidaturas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), institución que este lunes cerró el ciclo de inscripciones de candidaturas que arrancó el pasado jueves 21 de marzo para los comicios del próximo 28 de julio, evento que definirá la jefatura de Estado para el periodo 2025-2031.

Se espera que este martes, el máximo organismo electoral informe sobre cuáles son las postulaciones admitidas para optar a la presidencia, tras la revisión de los recaudos entregados por los doce aspirantes.

La contienda electoral muestra dos vertientes claras: por un lado las distintas facciones de la oposición que, en medio de rencillas y señalamientos entre unos y otros, no pudieron acordar una candidatura única; y por el otro está la candidatura única de las fuerzas revolucionarias que han propuesto al actual mandatario, Nicolás Maduro.

De esta manera, Maduro, quien buscará su tercer mandato consecutivo luego de triunfar en las presidenciales de 2013 y 2018, oficializó este lunes sus aspiraciones ante el Poder Electoral en compañía de una marcha multitudinaria y el apoyo de los partidos que integran el llamado Bloque de la Patria.

Así las cosas, la oposición muestra una diversidad de aspirantes con distintos perfiles que buscan derrotar a Maduro y que van desde el extremismo de la ultraderecha, que ha promovido bloqueos y sanciones contra el país; a voces religiosas, humorísticas y políticos de la llamada ‘cuarta república’, que ahora, con una propuesta más reconciliadora, apuestan al cambio y prometen respetar la democracia, la Constitución y sus instituciones.

Un «pastor», un «conde» y un «fantasma» de la ‘cuarta república’

Entre los aspirantes de la oposición, hay varios de ellos que repiten en sus intenciones de llegar a la Presidencia venezolana. El pastor evangélico y actual diputado a la Asamblea Nacional, Javier Bertucci, es uno de los candidatos que a partir de la fe, arrastra más seguidores para medirse contra su principal rival: Nicolás Maduro.

Bertucci, del partido Esperanza por El Cambio, acude a este evento por segunda ocasión tras perder en 2018 contra Maduro, cuando obtuvo poco más de 10 % de los votos. El también empresario defiende sus aspiraciones al definirse como un «líder social» y político de peso «nacional». Además, sostiene que una de sus cartas es que, entre todos los opositores que hoy se disputan la Presidencia, es el que «más votos ha sacado» contra el actual mandatario.

Otra de las candidaturas sonadas, es la del comediante Benjamín Rausseo, quien ya fue aspirante a la Presidencia en 2006, cuando se midió contra el entonces presidente Hugo Chávez y se vendió como una opción distinta al chavismo y a la oposición tradicional. En aquel momento su candidatura la hizo con el llamado partido Piedra.

Para esta ocasión, ‘El Conde del Guácharo’, como se le conoce popularmente a este abogado y empresario en Venezuela por representar un pintoresco personaje coloquial, vulgar y grosero, se presenta como un aspirante «sin experiencia política», «diferente» e «independiente», que también busca la reconciliación y reconstrucción del país, con el apoyo del partido Confederación Nacional Democrática (Conde).

Otro de los contendientes que van en ese tono reconciliador y de cambio «democrático», es Claudio Fermín, un político ampliamente conocido en Venezuela que ha sido contendiente a la Presidencia de la República en distintos momentos históricos y que ahora sus detractores lo califican como «un fantasma» de la llamada ‘cuarta república’, periodo que antecedió a la Revolución Bolivariana que inició con la victoria presidencial de Hugo Chávez en 1999 y que dio continuidad Maduro hasta la fecha.

Fermín, que también es conocido como «el eterno candidato», fue alcalde de Caracas entre 1989 y 1993; y diputado a la Asamblea Nacional Constituyente de 1999. Militó durante muchos años con el tradicional partido de Acción Democrática y ahora llega a esta nueva contienda electoral con la tarjeta de su propio partido Soluciones para Venezuela. El aspirante se promueve como «un factor de entendimiento» para lograr «una unidad programática» que permita a los venezolanos ver que sí hay quienes quieren «un cambio para bien» y que así se pueda dejar «la conflictividad extrema».

Otras candidaturas «reconciliadoras»

Además de estas tres candidaturas, hay otros aspirantes de oposición que se presentan como cartas distintas al tradicionalismo político y que han surgido de divisiones internas en la diversidad opositora venezolana.

Entre estos candidatos están los nombres de Luis Ratti del partido Derecha Democrática, una de las voces que más apunta contra la llamada Plataforma Unitaria, que se encuentra en el ala más radical de la oposición, mismo sector que ha promovido sanciones, bloqueos y hasta incursiones extranjeras para derrocar el Gobierno de Maduro.

Para Ratti, el sector extremista es minoritario y ha afectado al país en pasadas elecciones al promover la abstención electoral y afectar a la población venezolana con su petición de sanciones contra el país.

En ese mismo tono, se perfilan otras candidaturas como la del diputado José Brito del partido Primero Venezuela, quien acusa a la oposición radical de haber creado un falso gobierno en la figura de Juan Guaidó para desacreditar al país y robar sus bienes y recursos en el extranjero.

Así mismo, han presentado sus candidaturas los tradicionalistas Luis Eduardo Martínez, representante del histórico partido y ahora fracturado Acción Democrática y se presenta como «un cambio en paz» para la política; y Juan Carlos Alvarado, del también dividido partido Copei, y quien se vende como una «alternativa del centro que se cansó de los conflictos». Ambos dirigentes son actualmente diputados del Parlamento venezolano.

Antonio Ecarri es el nombre de otro de los candidatos opositores. Este abogado se presenta como líder del partido Alianza del Lápiz, apoyado por Avanzada Progresista, que en 2018 logró el segundo lugar de la elección presidencial cuando su candidato fue Henri Falcón. El político promete «nuevas inversiones» y «una apertura seria» para el país y rechaza las sanciones extranjeras.

Extremismo opositor

La oposición radical también se presenta en la contienda electoral, a pesar que en años anteriores ha apostado a planes sediciosos, protestas violentas, golpes de Estado, el intento de un gobierno paralelo, magnicidios, conspiraciones, así como la aplicación de sanciones y bloqueos contra el país.

Una de las candidaturas oficializadas es la del exalcalde del municipio San Cristóbal del estado Táchira, Daniel Ceballos, quien se presenta con el partido Arepa Digital junto a una facción de Voluntad Popular, agrupación de ultraderecha de la que fueron fundadores prófugos de la justicia venezolana como Leopoldo López y Juan Guaidó.

Ceballos propone una «democracia directa», un «Estado inteligente», «corrupción cero con el uso de la Blockchain» y ser una nueva opción de la oposición, al presentarse como «una alternativa» de la inhabilitada de María Corina Machado, para «lograr el cambio», sin ser adversarios de ella sino un «complemento».

La sustituta fallida 

Entre tanto, la extremista Machado divulgó la semana pasada que en su lugar, la llamada Plataforma Unitaria, presentaría el nombre de Corina Yoris para que la representara en la elección presidencial, de manera que si resultaba ganadora, habilitaría un gobierno de «transición» en el que la extremista del partido Vente Venezuela sería protagonista.

Sin embargo, Yoris afirmó antes del cierre de las postulaciones que supuestamente la plataforma del CNE no le permitía ingresar su inscripción como candidata y que de esa manera se le impedía nuevamente a Machado ser representada como «líder» de la ultraderecha venezolana en los comicios presidenciales, aunque no fuera con su nombre.

Hace una semana, Ratti, uno de los aspirantes a la presidencia, introdujo ante el Tribunal Supremo Electoral (TSJ) una solicitud de anulación de la boleta electoral de la MUD debido a que no es una agrupación política sino una coalición de toldas políticas que ya tienen presencia en el tarjetón, por lo que se estaría incurriendo en la doble militancia.

Ya en 2018 el máximo tribunal había excluido de la boleta electoral a la MUD porque incurría en la doble militancia, que fue prohibida en una sentencia de 2016.

Los candidatos inesperados

En medio de los rumores y especulaciones en los medios locales, el actual gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, quien perdió en la elección presidencial de 2006 contra Hugo Chávez, se postuló, al borde de la medianoche, como candidato presidencial con la tarjeta de su partido Un Nuevo Tiempo (UNT) y del movimiento Fuerza Vecinal, que fue fundados por exdirigentes de la MUD.

Esta giro inesperado puso fin a las conjeturas de la prensa que apuntaban a que el político de larga trayectoria podría ser el posible sustituto de Yoris, la representante de Machado.

La decisión de Rosales de no ir a las presidenciales con el respaldo de la Plataforma Unitaria ha sido catalogada por los seguidores de ese bloque de un sector opositor como una «traición» y una «jugada política» que afecta a Machado.

Casi al final de la jornada pasada también se postuló Enrique Márquez, exrector del CNE (2021-2023) con el apoyo de los partidos Movimiento al Socialismo (MAS) y Centrados. Anteriormente, el también ingeniero electricista pertenecía a UNT.

(RT)


Más noticias y más análisis de LaIguana.TV en YouTube, WhatsApp, X, Instagram, TikTok, Facebook, Threads y Telegram.

El portal de Venezuela.