Una migrante venezolana detenida el pasado mes de abril pidió ser deportada a Venezuela, pero que primero le devolvieran a su hijo, con quien ingresó a Estados Unidos al igual que muchos connacionales y otras personas de otros países latinos, en busca del llamado “sueño americano”, que, desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el mismo se trasformó en una pesadilla.
Desde un centro de detención de ICE en Texas, la mujer, identificada como Yusmari Galíndez, hizo el desgarrador llamado, temiendo que pueda ser expulsada del territorio norteamericano sin su hijo de trece años, quien actualmente se encuentra bajo el cuidado de su padrastro.
“Yo quiero que me den a mi hijo hasta el centro de detención y ese mismo día me saquen, porque ya yo firmé y ellos me pueden sacar en cualquier momento sin mi hijo”, expresó en llanto la fémina en un contacto con Telemundo Internacional.
Galíndez aseguró haber sido detenida a la fuerza por agentes migratorios por una falta de tráfico y que en ese momento su hijo estaba en la escuela. El menor ni siquiera supo que su madre fue apresada
Telemundo reseñó que, tanto el joven adolescente como su padrastro tienen un caso pendiente en una corte de inmigración en Dallas. Por su parte, Priscila Mendoza, abogada de inmigración, concluyó en la necesidad de cerrar el caso para que el niño pueda dejar el país con su madre.
(Laiguana.tv)
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