En el programa Esto NO es un misil, el conductor Alberto Alvarado desveló una estrategia de guerra psicológica que utiliza las redes sociales para atacar a Venezuela. Alvarado analizó la proliferación de cuentas anónimas y comentarios automatizados, conocidos como «bots», que buscan generar un ambiente de pánico y resentimiento dentro de la población venezolana.
En análisis, destaca que dichos «bots» se centran en dos mensajes principales:
La inminencia de una invasión militar: El objetivo es difundir la idea de que una intervención extranjera es inevitable, lo que busca crear miedo y disuadir a la población de defender a su país, lo cual ha causado su efecto contrario, tomando en cuenta la magnitud de pueblo que se inscribió en las jornadas de alistamiento nacional. Alvarado destacó que un comentario recurrente en estos mensajes es: «La amenaza no es contra Venezuela, es contra Maduro y sus compinches».
Además, también promueven “la justificación” de la injerencia extranjera: Se promueve la narrativa de que países como Estados Unidos solo buscan ayudar a los venezolanos, mientras que las alianzas de Venezuela con Cuba, Rusia y China se presentan de forma negativa, ignorando los acuerdos comerciales y energéticos que benefician al país.
En el video, Alvarado colocó el extracto de un mensaje difundido por un seudo influencer, quien desvirtúa la realidad ironizando para justificar una invasión: “Ay, no, pero EEUU lo que quiere es el petróleo de Venezuela. Si porque debe ser que Cuba, China y Rusia están aquí por la receta de las cachapas”, dice el vendepatria.
«Vive llorando porque está lejos de sus familiares», explicó Alvarado tras un análisis de su cuenta. “Está cargado de frustración y resentimiento porque, según él, espera que valga la pena toda la verga que está llevando en territorio gringo. Ese no tiene ninguna responsabilidad moral con Venezuela», afirma el comunicador. Este individuo, a pesar de su postura, «igual va a llevar el bulto porque está defendiendo a un musiú que también lo detesta a él», sentenció.
Finalmente, Alvarado contrastó la conducta de estos supuestos defensores de la intervención con la solidaridad de los países aliados. Mientras que «el gobierno al que te le arrodillas nos bloqueaban las vacunas en medio de una pandemia», Cuba fabricaba las suyas y enviaba médicos a exponer su vida en el combate contra el COVID-19. «Es una relación entre hermanos y no de sumisión», concluyó.
(Laiguana.tv)
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