10 millones de dólares era la recompensa ofrecida hasta hace apenas un año por Estados Unidos para lograr la captura el terrorista de Al Qaeda, Al Sharaa. Sin embargo, meses después, apareció en la Asamblea de las Naciones Unidas como el presidente de Siria, más que aceptado por la administración Trump.
En sólo unos meses, Al Sharaa pasó de ser un peligroso terrorista y enemigo público número uno de EEUU, a ser un líder sirio recibido por la ONU que se sienta con Ursula von der Leyen, presidenta de la Unión Europea, y estrecha la mano del Secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio.
Todo cambió el día que la milicia del líder terrorista derrocó a Bashar al-Asad, momento en que se transformó en una pieza clave para el control estadounidense en la zona.
Tras hacerse del poder, su primera medida fue tenderles la mano y pacificar sus relaciones con Israel. En sus primeras declaraciones con medios occidentales dejó claro que Siria dejaría de ser un súbdito de Irán, lo que se tradujo en premios como que EEUU levantó las sanciones económicas sobre su país.
El cambio ha sido radical y notorio. Primero, en lo físico: abandonó el uniforme militar y ahora viste con traje más al estilo occidental; se ha recortado la barba y se ha cambiado el nombre de guerrillero Al Jolaine, por su actual nombre Ahmed al-Sharaa.
Prontuario lleno de sangre
Desde los 20 años colaboraba con grupos antiestadounidenses que operaban en Irak. Participó en masacres contra civiles iraquíes. Fue detenido en el año 2005 cuando colocaba bombas en una carretera de Irak. Estuvo en prisión durante 5 años en una cárcel iraquí bajo control estadounidense.
Años después se convirtió en el líder de Al Qaeda en Siria, pero su objetivo iba más allá: tras romper con Al Qaeda logró derrocar a Bashar al-Asad, terminando con 54 años de régimen autoritario.
El primer año de gobierno de Al shaara no ha estado exento de violencia. La oposición acusa a su gobierno de colaborar en matanzas: más de 10 mil personas han sido asesinadas por actos de violencia.
Pese a todo esto se presentó en la ONU, se reunió en Nueva York con Marco Rubio y fue recibido por todo lo alto por la comunidad Siria de EEUU. Quien fuera un terrorista peligroso hoy es un presidente más en las Naciones Unidas.
(Laiguana.tv)
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