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Primero de los (seguramente) numerosos que Ileana Ros-Lehtinen se permitirá durante la visita del papa Francisco a Cuba y EEUU, la congresista norteamericana comparó el jefe de la Iglesia católica a Taylor Swift, cantante popular cuyas virtudes son bastante ajenas a las prácticas religiosas predicadas por el Vaticano.

 

“Me siento como si estuviera revendiendo boletos para un concierto de Taylor Swift”, dijo Ros-Lehtinen al ultraderechista “Washington Times” al contar cómo había distribuido las entradas que le dio la Casa Blanca por la visita del Papa a Washington. “Son boletos muy buscados”.

 

Cada legislador recibió 52 boletos de entrada al jardín oeste del National National durante el discurso de Francisco ante el Congreso, uno para la terraza baja oeste del Capitolio y otro para ver una transmisión directa de televisión desde el edificio de oficinas Cannon House en Washington.

 

Ros-Lehtinen no tiene muchos motivos para simpatizar con Francisco. El papa argentino tiene cierta fama de hombre de izquierda, facilitó el acercamiento de EE.UU. y Cuba, y se opone al bloqueo que mantiene la gran potencia de América del Norte contra la isla caribeña.

 

La congresista tiene fama de ser una anticomunista enfermiza y una anticastrista visceral y es, sin dudas, la enemiga “número uno” de la soberanía de América Latina frente al gigante imperial.

 

Sus convicciones religiosas tampoco la llevan a tener la menor simpatía a Francisco cuyos predicamentos no se acercan de forma alguna a sus tambaleantes credos personales.

 

Su abuelo maternal, Jacobo Adato, judío emigrado de Turquía a principios del siglo pasado, fue un líder de la comunidad hebrea habanera, sin dudas lo que llevó a su nieta a ser una fanática defensora del estado israelí. En el congreso norteamericano, su fanatismo absoluto a favor de Israel no son secretos para nadie.

 

Su biografía oficial cuenta que sí fue criada en la religión católica, la de su padre, la Ros-Lehtinen es ahora episcopaliana. Sin embargo, omite la relación íntima entre la congresista Ileana Ros-Lehtinen y la muy controvertida Iglesia de Cienciología investigada en varios países por sus abusos.

 

The Church of Scientology

 

Llamada en inglés The Church of Scientology, la organización supuestamente religiosa fue creada en 1.953 por el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard. Conocida por el público norteamericano por el hecho de que “celebridades” tales como Tom Cruise y John Travolta se sumaron a sus filas, la secta tiene un expediente judicial enorme tanto en América del Norte, donde se ha beneficiado de misteriosas protecciones, como en Europa – Francia, Alemania, Reino Unido – donde se han promulgado hasta leyes para poner fin a sus perniciosas actividades.

 

Comentando una investigación de la revista norteamericana The New Yorker sobre la misteriosa secta, el columnista Alex Paleene de la conocida revista “Salon”, reveló en febrero último la lista de las complicidades de la “Iglesia” en Washington.

 

Paleene indicó entonces como el más activo apoyo del grupo en el Congreso son Ileana Ros-Lehtinen y un colega de California, Brad Sherman. También nombra a Dan Burton (el exrepresentante, autor de la ley asesina contra Cuba) y la candidata a la vicepresidencia Sarah Palin.

 

International Scientology News, el boletín oficial del culto señaló en 2003 como la congresista dirigió una sesión de un subcomité de los Derechos Humanos sobre la “intolerancia religiosa en Francia y Alemania” en la cual dos testigos vinieron a exponer las teorías de la Cienciología.

 

Según la publicación, Ros-Lehtinen viajó luego a Los Ángeles donde radica la organización, a visitar sus “centros” y centros administrativos y declaró su admiración para “el increíble servicio a la comunidad” que ofrecía “incluso salvando vidas” rehabilitando drogadictos (una de las actividades convertidas en negocio por la secta).

 

Casualmente, el funcionario del Departamento de Estado que atendía este tema en aquel momento y quién intervino notablemente para denunciar una ley del Gobierno francés restringiendo las actividades de las sectas, se llamaba Michael Parmly, luego nombrado Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, la representación diplomática estadounidense en la capital cubana.

 

Sobre estos temas, Ros-Lehtinen se abstiene de emitir uno solo de los comunicados que diariamente salen de su oficina.

 

¿Qué más comentará la gritona?

 

Al comparar el papa Francisco a la cantante Taylor Swift, la politiquera más gritona del Congreso, no solo cometió una deplorable falta de respeto, sino que exhibió su odio hacia todos los que defienden la identidad verdadera de América Latina frente a un imperio brutal que siempre la pisó.

 

Solo ve en la visita del líder religioso, una oportunidad más de escupir su veneno.

 

(Contrainjerencia)