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Tras la difusión de la conversación golpista entre Lorenzo Mendoza y el  director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann, el dueño de Polar salió a defenderse.

 

«Rechazo contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la clara intención de querer utilizarme en la política venezolana», escribió en un comunicado publicado en la página de su empresa.

 

Y aún más: se hace el inocente cordero, y declara ser un empresario comprometido con el desarrollo del país. Nada más alejado de la realidad.

 

«Como empresario, mi trabajo ha sido siempre contribuir con el desarrollo integral de Venezuela y los venezolanos, mediante la inversión continua, la generación de empleos dignos y el fortalecimiento de la producción nacional», aseguró.

 

Además afirmó que se mantiene en constantes conversaciones con economistas para tomar sus decisiones, o lo que es lo mismo: busca que le dicte línea.

 

«Regularmente converso con economistas de distintas tendencias y puntos de vista, que se encuentran trabajando tanto en Venezuela como en el exterior», subrayó.

 

Finalmente, y tras recordar que quiere un manejo «eficiente» de las divisas, es decir, quiere que le den más dólares se mostró orgulloso de ser un «empresario».

 

«Me enorgullece decir que sigo aquí trabajando y luchando, como millones de venezolanos, para aportar soluciones desde la iniciativa privada», finalizó.

 

(LaIguana.TV)