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Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) autorizó a una empresa de Massachusetts para que comience a producir para consumo humano un salmón modificado genéticamente a fin de que rinda más. El “AquAdvantage”, como se conoce a la nueva variedad de ingeniería, constituye el primer caso de un producto animal transgénico que llegaría a la mesa de los consumidores.

 

La decisión a la que arribó la FDA tras evaluar el producto durante 19 años se conoció el jueves en medio de una fuerte polémica en ese país. Y es que si bien la Agencia asegura que el salmón desarrollado por la empresa AquaBounty es seguro y nutritiivo, diversas organizaciones ambientalistas destacan el hecho de que no se dispone de información suficiente sobre los efectos de su consumo a largo plazo y advierten por los riesgos que supondría para el ambiente la cruza accidental de estos peces con otros que viven en el mar.

 

Pero no menos polémica ha generado el reclamo de agrupaciones de consumidores para que el salmón modificado genéticamente tenga un etiquetado especial y se lo identifique como producto transgénico, una petición que no prosperó porque la FDA asegura que no existen diferencias biológicas relevantes entre los transgénicos y los naturales, y tampoco hay una ley que lo exija así.

 

Más por menos

El primer animal transgénico apto para consumo humano comenzó a ser diseñado en la década del 90 con el propósito de reducir costos y aumentar su productividad. Esa es precisamente la principal ventaja del “AquAdvantage”, un salmón que crece el doble de rápido que su especie más cercana, el Salmón del Atlántico, pero consumiendo un 25% menos de alimento. De acuerdo con la información de la firma AquaBounty, el tránsgenico alcanza el tamaño mínimo requerido por el mercado en 18 meses, es decir un año antes que el natural.

 

(ecoportal.net)