Caracas llora la muerte de uno de sus grafiteros más emblemáticos, el que desafiaba las alturas para recordarle a la ciudad que “la vida es un milagro” o para que las autoridades sepan que los habitantes están sumergidos en un “valle de balas”.
El rumor de su muerte se propagó como la pólvora el mismo día que se cumplen 185 años de la muerte de Simón Bolívar, el Libertador.
(nalgasylibros.com)