El cielo decembrino se iluminó con algo fuera de lo común. Y no, no fue Santa Claus. El día de Navidad hubo luna llena, por primera vez desde 1977. El plenilunio alcanzó su cénit a las 6:11 de la madrugada EST.
Esta luna llena, la última de 2015, recibe el nombre de Luna Fría porque se produce al comienzo del invierno. Por supuesto, el concepto de «frío» es relativo en estos tiempos. En la tibia costa este de Estados Unidos, algunos podrían sentir la tentación de celebrar las fiestas en pantalones cortos y sandalias, como los hawaianos.
La NASA tiene una nave espacial que orbita en torno a la Luna. Su misión Lunar Reconnaissance Orbiter investiga la superficie del satélite desde 2009. En su misión, ha reunido «un tesoro de datos» y «hace una contribución de valor incalculable a nuestro conocimiento de la Luna», indicó la agencia espacial estadounidense.
No se producirá otra luna llena en Navidad hasta 2034, dentro de casi dos décadas, señaló la NASA. De modo que a menos que tenga usted muy buena memoria, quizá quiera alzar la vista el viernes por la noche y maravillarse con la magnificencia de la Luna.
(AP)