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El comunicador social, dramaturgo y humorista opositor José Rafael Briceño criticó la manera en la que el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, ordenó que sacaran los cuadros del parlamento del Libertador Simón Bolívar y del Comandante Hugo Chávez.

 

El también locutor enfatizó que se encuentra a favor de la expulsión de las fotos alusivas a Chávez, pero que no era la manera correcta de hacerlo porque ahora el gobierno utilizará esta acción como “máquina propagandística” en contra de la oposición.

 

El profesor Briceño difiere de esta decisión tomada por Ramos Allup, ya que la primera ley propuesta por los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) es de Amnistía y Reconciliación Nacional, y a su percepción la reconciliación empieza por reconocer ciertos símbolos que son importantes para la contraparte.

 

A través de su cuenta en la red social Facebook, Briceño fue tildado de chavista y de sufrir el síndrome de Estocolmo luego de manifestar su opinión por lo ocurrido.

 

A continuación la publicación:

 

¿Había que quitar los cuadros de Chávez y Maduro?

 

Sí. Eran una afrenta a la institucionalidad, y el de Chávez a caballo con Bolívar lo era además al buen gusto. La única manera de dejarlos era agregar retratos similares de todos los ex presidentes venezolanos, y todo el mundo sabe que no había equino que aguantara el peso de Luis Herrera y mucho menos el de Maduro.

 

¿Se entiende el placer que para muchos implicó ver a Ramos Allup mandando a quitar esos símbolos? De cajón, después de tantas humillaciones el saborcito de ver a alguien ponerle freno al culto a la personalidad era un gusto que, seamos sinceros, hubo momentos en estos 17 años que dudamos tener algún día.

 

¿Era el momento y la manera de hacerlo? Aquí es donde difiero, y por diferir públicamente he sido acusado de chavista, víctima del síndrome de Estocolmo y creo que me dijeron hasta gafo; así que si tiene el ceño fruncido en este momento, únase al club.

 

Difiero porque el video permite poner en el centro del debate una acción que debía llevarse a cabo con mucha más astucia, algo que debía hacerse con conciencia de que aún entre los que prestaron su voto a la MUD, hay gente a quién le duele Chávez. Difiero porque aunque sé que cualquier gesto de la oposición será convertido por la maquinaria propagandística del gobierno en parte de una agenda dictada desde la embajada americana en el infierno, no había necesidad de poner en bandeja de plata imágenes fácilmente asimilables a ese primer gesto del autojuramentado Carmona de cambiar otra vez el nombre al país (Otro ejemplo fatal de bad timing).

 

Difiero porque la primera ley propuesta por la oposición es de Amnistía y Reconciliación Nacional, y la reconciliación comienza por reconocer que para el otro ciertos símbolos son importantes, que no por ello deben estar en la asamblea que es la casa de todos, pero que tampoco hay necesidad de mandarlos a botar públicamente.

 

El hecho que el presidente de la asamblea tuviese que dar una rueda de prensa a posteriori confirma el que ese gesto en video filtrado se prestaba a malos entendidos. Difiero de la misma manera que estoy de acuerdo con que Ramos Allup increpe a Carreño que haga una propuesta que no sea un poema sobre la lucha por los oprimidos costureros de corbatas Vuitton.

 

Difiero porque estratégicamente sacar a este país del desastre en que el peor gobierno de nuestra historia lo ha sumido es un proceso que necesitará de los 6 de cada 10 que votaron por la oposición, pero también de los 4 de cada 10 que votaron por los candidatos del PSUV, aún a pesar de los índices de criminalidad, inflación y escasez que hacen de sus vidas igual de jodidas que las nuestras. Y finalmente difiero porque la razón por la cual he trabajado y votado por la oposición, me he calado mis amenazas de muerte, me he mamado mis colas o que no haya la vacuna para mi hija y todos los embates del Socialismo del siglo XXI es porque quiero para el país en que nací el derecho a diferir que este esperpento de gobierno le niega.

 

Difiero porque el año pasado cerró con más muertes que el anterior, más inflación, más escasez, menos trabajo y arranca con más ministros que tienen menos experiencia. Difiero porque quiero que estos sean los temas, porque ellos me afectan como afectan al chavista de la planta baja que desde el 6 empezó a saludarme, hermanados en la arrechera. Difiero porque creo en el derecho del lector de estas líneas a diferir también de mí.

 

(LaIguana.TV)