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En el video difundido se muestra cuando Rodolfo fue quemado y una señora que estaba en un kiosco lo apagó con agua. Además, el sujeto que le roció el combustible se puede identificar.

Abril 08 de 2016.- A Roberto Josué Fuentes Bernal, de 42 años, lo atacaron a golpes en plena vía pública el pasado lunes a las 9:45 minutos de la mañana.

 

A través de un video que fue difundido por redes sociales y por teléfonos celulares, lo calificaron como ladrón.

 

Fue salvajemente golpeado por transeúntes de la avenida Francisco de Miranda, a la altura de Los Ruices, cerca de la estación del Metro Los Cortijos.

 

Roberto se convirtió en un linchado más, de esos casos que están proliferando por las redes.

 

Familiares de la víctima acudieron a la morgue de Bello Monte, la mañana del jueves, para gestionar el retiro del cadáver.

 

Dijeron que no era delincuente, su oficio era cocinar. «Un chef apasionado».

 

Estaba trabajando desde hacía una semana en un restaurante de la zona. Antes era el cocinero del Ministerio de Alimentación durante cuatro años.

 

Es día iba a cumplir su jornada y se detuvo para auxiliar a un señor que habían robado y estaba en el piso.

 

«Hubo mucha confusión, porque él estaba auxiliando al señor y lo acusaron a él de ser el ladrón. Pidió clemencia, que no lo atacaran, pero a nadie le importó», contaron dolidos los deudos.

 

Su cuñada, Nuvia Figuera de Bernal, dijo que unos «sujetos despiadados lo rociaron de combustible y le prendieron fuego, le rompieron la cabeza a golpes y nadie lo ayudó».

 

En el video difundido se muestra cuando Rodolfo fue quemado y una señora que estaba en un kiosco lo apagó con agua. Además, el sujeto que le roció el combustible se puede identificar.

 

«Pedimos que se acabe esta violencia, no podemos estar atacando a la gente en la calle porque lo acusen de algo, tenemos que unirnos y no generar más dolor», refirió Nuvia.

 

Roberto fue llevado al hospital de El Llanito en estado de crítico. Presentó quemaduras de segundo grado en 70% de su cuerpo, además de fracturas en la cabeza. Él mismo relató lo ocurrido a sus familiares.

 

Luego lo trasladaron al hospital Pérez Carreño, donde falleció a las 9 de la mañana del pasado miércoles. Sufrió un paro respiratorio.

 

«Pónganse la mano en el corazón, esto no puede seguir pasando. Dios debe ayudarnos a cambiar esta violencia, porque nos hemos convertido en seres oscuros», refirió la mujer llorando.

 

(El Universal/Aporrea)