Al aceptar la renuncia del cardenal venezolano Jorge Urosa Savino, el papa Francisco está aplicando el viejo adagio “al enemigo que se va, puente de plata”.

 

El arzobispo de Caracas dimitió bajo el argumento de que cumplió 75 años, edad de retiro de los jerarcas católicos. Sin embargo, esa no ha sido nunca una norma estricta y, de hecho, son numerosos los casos de prelados de mayor edad que siguen en actividad. Son otras las razones que lo llevaron a renunciar y que condujeron a Francisco a aceptar su renuncia.

 

Hablar de “enemigo” tal vez perturbe un poco a los feligreses católicos, pero lo cierto es que Urosa Savino estaba en el bando contrario del pontífice en asuntos de gran relevancia. El cardenal venezolano, destacada figura de la oposición política interna, lo ha sido también en los asuntos del Vaticano.

 

Como integrante del Colegio Cardenalicio, Urosa Savino se alineó en 2016 con los sectores más conservadores de la Iglesia, los que se opusieron a la exhortación apostólica post-sinodal de Francisco, titulada Amoris Laetitia.

 

El ala radical rechazó ese documento papal (parecido a una encíclica) porque permite que los católicos divorciados puedan comulgar de nuevo, tras un período de penitencia.

 

Los prelados con los que coincidía Urosa Savino en los conciliábulos romanos también se oponen a que la Iglesia flexibilice sus posturas ante los sexodiversos, algo que propugna Francisco.

 

Urosa Savino fue prácticamente el único cardenal latinoamericano que se sumó a esa corriente de ultraconservadores que se opusieron a Amoris Laetitia. Los demás son europeos y un estadounidense. En la tendencia destacan cardenales que tuvieron mucha vinculación con el papa emérito Benedicto XVI, incluyendo el anterior prefecto de la Congregación Para la Doctrina de la Fe (es decir, la Inquisición) Gerhard Ludwig Müller, quien fue sustituido en 2017 por el jesuita español Luis Ladaria Ferrer.

 

La postura extremista de Urosa tiene algún apoyo en Conferencia Episcopal Venezolana, pero no el de todos los obispos. Aunque todos ellos son opositores, algunos tienen posiciones menos rígidas en temas de doctrina. Uno de estos es Baltazar Porras, quien recibió de Francisco el nombramiento como cardenal y ahora ha quedado como administrador apostólico de la arquidiócesis de Caracas.

 

(LaIguana.TV)