“Que hay escasez, que es verdad, que lo que tenemos no alcanza para todo el mundo. Entonces hay que apretarse el cinturón, pero que se lo apriete todo el mundo, desde el Presidente y los ministros para abajo. No puede haber una gente que come completo y no hace cola, y otros que hacemos cola y no comemos completo”, expresó el economista y exembajador alterno de Venezuela en la ONU Julio Escalona.
Durante una entrevista con el medio digital Contrapunto, indicó que el Gobierno “no ha dicho toda la verdad” razonó que es elemental, en este periodo de dificultades y de carestía que presenta la nación “hablar con la verdad” a la ciudadanía.
Luego de ser interrogado en cuanto la eficacia de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), expuso que “la verdad es la mejor política”.
El también, exdirector de la Escuela de Economía, quien intervino el 14 de junio en el Simposio Economía Venezolana del Siglo XXI: Realidad Actual y Retos, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), aseguró que hace colas para comprar alimentos y que es testigo del incremento del disgusto en estas, publicó en una nota Contrapunto.
“Hay que decir la verdad, y la verdad es que no alcanza. El abastecimiento que hay no alcanza. Vamos a pasar un tiempo con dificultades, y eso hay que decirlo y explicarlo. Hay que hacer pedagogía con eso, y yo creo que la gente lo puede entender”, detalló.
Mencionó que desde la verdad se logra efectuar cualquier cosa e ilustró esta afirmación con las bolsas que otorgan los CLAP, “porque la gente sabe entonces que en la bolsa no le va a llegar todo, sino una parte, y que no es una dádiva (…) Siempre hay que dar algo por aquello que se recibe del Estado, porque el Estado no existe para regalar cosas sino para solucionar problemas, y la gente es parte del problema y tiene que ser parte de la solución”, dijo.
No obstante, opinó que hay una guerra económica dirigida a la administración de Nicolás Maduro, encabezada por el mandatario norteamericano, Barack Obama. Asimismo, aceptó que ha habido faltas estatales, “y la gente sabe cuáles son”.
“Por ejemplo, ha habido corrupción, y hay que erradicarla, porque eso se expresa en lo de las bolsas, porque ya se sabe que hay gente que recibe 100 bolsas, y bachaquean 20”, apuntó.
Admitió que al presente hay más dependencia de las importaciones, y culpa al modelo petrolero el deterioro de la producción, con la finalidad de beneficiar a las adquisiciones exteriores. Sin embargo, consideró que el gobierno del Comandante Hugo Chávez pretendió invertir esta situación desarrollando propuestas propósitos agrícolas, pero no fue positivo, ya que las personas no se encontraban capacitadas para ello. “Pasó que muchas vacas que se trajeron para la producción se las comieron”, refirió.
“No es lo mismo injertar una planta que injertar un proceso social. Los procesos sociales no se pueden injertar. Tienes que crear los procesos. ¿Tú quieres que la gente produzca? Ese es un proceso, una cultura de la producción”, declaró.
Sin embargo, expresó que no existe otra alternativa que emendar las faltas sobre el camino. No es seguidor de la desintegración de controles de precios, tampoco de cambio, y mucho más cuando se evidencia la guerra económica.
Sobre empresas Polar
Para Escalona, liberar los costos de artículos regulados no conseguirá que salgan. “Los empresarios no se están guiando simplemente por el mercado venezolano. Polar especula aquí pero coloca los productos por los caminos verdes en Ecuador, Colombia, Brasil, el Caribe, y logra un precio mejor que el de aquí regulado, e igual especula aquí. Ese es el negocio de las empresas ahorita”, aseveró.
Agregó, que entretanto el 92% de las divisas de la economía se dan a la tasa preferencial de 10 bolívares por dólar, los costos conclusivos se establecen en función del paralelo. “Eso no tiene ninguna racionalidad”, afirmó.
Sugirió: “Hay que buscar un acuerdo para establecer eso que se llama Precio Justo, y que se aplique la ley. Hay que negociar con el sector privado, pero lo que no puede ser es que los empresarios quieran que el Gobierno asuma el costo político de anunciar la liberación de precios”.
“En un estado de guerra, liberar el tipo de cambio significa abrir las puertas a que se lleven todas las divisas”, subrayó el especialista en el área económica.
Exhortó a ahondar en el debate de los argumentos económicos que en la actualidad perturban al país; aunado a esto, reprochó al sistema de medios públicos por no darle cabida a estos sitios de reflexión y cuando a escasos metros de Plaza Venezuela, estaba una movilización de educadores en solidaridad con la Revolución, y señaló “hay que marchar menos y hacer más”.
Finalmente, expuso que la corrupción es igualmente un componente para adueñarse de la renta petrolera. Solicitó suplantar la asignación de divisas por la autorización de créditos, para que así los privados justifiquen las cuentas de lo que perciban.
(LaIguana.TV)
