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El desajuste en la vida alimenticia del venezolano, no solo es una consecuencia de la inflación y escasez sino de la aparente imposibilidad de hacer un presupuesto real, entre el dilema de gastar lo que se tiene cuando se consiguen productos de la cesta básica o comprar con sobreprecio lo que se consigue, aunado a que cada semana los precios van en aumento desde hace dos años.

 

Para nadie es un secreto que la dieta clásica del venezolano estaba bien cargada con carbohidrato: arepas, panes, pastas y menos consumo de vegetales. Actualmente uno de los productos más buscados es la harina de maíz para hacer las tradicionales arepas y empanadas; es habitual escuchar a alguien en la calle comentando que sin harina no desayuna.

 

Es por esto que hemos recabado un conjunto de recomendaciones nutricionales para no descuidar la nutrición, aunque esto requiera un cambio en el modo de vida. Recordemos que la palabra dieta viene del griego “modo de vida” y no se restringe al ámbito alimenticio sino que se refiere a todo lo que hacemos para vivir bien.

 

1. ¿Cómo mantener el equilibrio para tener una dieta saludable?

 

De acuerdo con el nutricionista Héctor Cruces «los venezolanos están comiendo para saciar el hambre, para cumplir con una necesidad fisiológica y no para nutrirse. Están tratando de responder a la necesidad de comer tres veces al día sin importar la calidad», reseña en su cuenta @SportDiet en Twitter e Instagram.

 

Una dieta desequilibrada a causa de un presupuesto limitado puede generar déficit nutricional y obesidad por malnutrición. Por lo que «se deben combinar proteínas, carbohidratos, frutas y vegetales», y evitar comer lo mismo todos los días. Las proteínas son irremplazables, las de origen animal reúnen todos los aminoácidos que el cuerpo requiere, mientras que las de origen vegetal, como la soya y los granos, requieren completar sus aminoácidos acompañándose con una porción de cereal, que puede ser arroz.

 

2. Planificar el menú

 

A pesar de lo complicado de cumplir con una lista de mercado, es importante hacer una con lo más importante y de no conseguir el producto buscar equivalentes nutricionales, hacer cambios o trueques con familiares o con grupos confiables (en Facebook proliferan cada días más). Leer las etiquetas es importante para ubicar equivalentes nutricionales.

 

3.  Cómo sustituir alimentos de los que escasean por otros que ofrecen beneficios adicionales:

 

La pasta y el arroz: se pueden sustituir por tubérculos como papa, yuca, batata que son carbohidratos pero bajos en azúcares y con mucha fibra. Se pueden preparar en puré, al vapor o al horno. La papa puede utilizarse para rellenar tortillas o para hacer croquetas con sardinas o atún.

 

Las carnes: aunque disponibles por su alto costo es uno de los alimentos que los venezolanos están reduciendo en su ingesta mensual. Se puede sustituir por granos: caraotas, lentejas, frijoles, garbanzo, acompañado con arroz o pasta y con jugo de cítrico para absorber mejor los nutrientes (parchita, limón, naranja).

 

Las carnes y los granos tienen los mismos aminoácidos que requiere el cuerpo. Y aunque ambos tienen un costo elevado actualmente los segundos son más rendidores.

 

Asimismo se puede consumir champignones, espinaca, brocolí, carne de soya y cáscara de plátano como sustitutos de la proteína animal. Se pueden hacer en tortillas, croquetas y en el caso de la soya y la concha del plátano como recetas tipo carne mechada y molida.

 

Hueso Blanco y Pata de Pollo: son dos partes de la res y del pollo respectivamente que se consideran popularmente como “levanta muertos”. Un buen caldito con alguno de estos dos y podrá levantar las defensas.

 

Pollo: Según el nutricionista Cruces la pechuga es más saludable que el muslo en relación a las grasas que contienen; recomienda que al comprar el muslo de pollo hay que desgrasarlo, calentándolo en una plancha caliente para que suelte los lípidos.

 

Sardina: mucho mejor comprarla natural que enlatada, la venden a muy buen precio aunque haya que limpiarlas y prepararlas: «Es un pescado excelente, con muy buenas propiedades», asegura Cruces.

 

¿Qué hacer con la leche sin descremar? Es muy difícil sustituirla pero existen maneras de hacer menos grasosa la leche entera: «Se somete a cocción, se deja reposar y se le quita la nata que se forma en la superficie».

 

Rendir la harina no solo es bueno para el bolsillo sino para la salud: La harina se puede rendir y hacer más saludable, agregándole avena, afrecho, ajonjolí, linaza, zanahoria, remolacha, plátano y hasta verdes como apio España.

 

Consumo de frutas: Adquirir frutas de temporada. Se puede optar por comprar en mercados populares semanales o en los mayoristas entre varias personas. No deben dejar de incluirse en la alimentación.

 

4. ¿Cómo ahorrar más y comer mejor?

 

1. En vez de comprar alimentos empacados, sale mejor para el bolsillo empezar de cero: esto cuenta desde el pollo (comprarlo entero, limpiarlo y dividirlo en porciones) las ensaladas, frutas y verduras, comprarlas enteras en los mercados.

 

2. Aprovecha las sobras: Planifique un día de sobras y no desperdicies la comida. O bien utiliza medida a la hora de cocinar o guarda lo que sobre de las comidas y con ello se puede hacer un día de comer sobras en la familia o se pueden reutilizar en otras preparaciones. Por ejemplo: si sobra pollo de un almuerzo esto sirve para hacer pastelitos o rellenar las arepas.

 

Aunque parezca extraño, puede ocurrir que algún miembro de la familia no coma todo, sobre todo en el caso de los pequeños y todo es cien por ciento aprovechable.

 

3. Aumenta el nivel de especias: de acuerdo con el portal web de Cocina y Vino, agregar más especias a los alimentos ayuda a estar más satisfecho y reduce los niveles de consumo general: El romero, la sal de apio y el orégano son especias efectivas y versátiles. Para ahorrar dinero, cómprelas a granel en la manicería.

 

(LaIguana.TV)