Luego de que se llevara a cabo el atentado contra el presidente de la república Nicolás Maduro la tarde de este sábado en Caracas, un grupo autodenominado La Operación Fénix se atribuyó el hecho violento que dejó a 7 funcionarios militares heridos. 

 

A continuación el comunicado íntegro, que se dio a conocer a través de las redes sociales.

 

Comunicado:

 

Hoy no pudimos, pero seguiremos en nuestra lucha, porque la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tiene por función garantizar la independencia, la soberanía de la Nación, la integridad del territorio y el orden público interno.

 

En el cumplimiento de esa sagrada función, los oficiales, suboficiales, clases y soldados; en situación de Activo o Reserva Activa, están dispuestos a ofrendar sus vidas, cumplimento un juramento sagrado. La disciplina, la obediencia y la subordinación están absolutamente supeditadas a la lealtad a la Patria, al legado de los Libertadores y a la Constitución de la República.

 

La Fuerza Armada es Bolivariana por su apego el legado histórico de la generación emancipadora, que en la gesta heroica de la independencia de Venezuela luchó para forjarnos una patria libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera. Al mencionar la figura paradigmática del Libertador Simón Bolívar, recogemos el sentimiento popular que lo distingue como símbolo de unidad nacional y de lucha incesante y abnegada por la libertad, la justicia, la moral pública y el bienestar del pueblo.

 

La Fuerza Armada es Bolivariana porque sigue el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar, no por estar sometida a alguna parcialidad política o persona que se abrogue la condición bolivariana para fines subalternos y contrarios a la Constitución.

 

La Constitución de 1999, aprobada por el pueblo de Venezuela, ha perdido su vigencia real por la violación sistemática y reiterada tanto de su espíritu como de su letra. El apego de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a la Constitución encuentra su fundamento y razón de ser en los Principios Fundamentales establecidos en su Título Primero.

 

Para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Venezuela es irrevocablemente libre e independiente, no acepta supeditación a ningún país o potencia extranjera. Reconoce a Venezuela como un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

 

Para los soldados venezolanos, el Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución.

 

Consecuencia ineludible de esta visión del Estado es que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, no pudiendo ningún órgano del Poder Público usurpar esa función pues los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. Ratificamos que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.

 

Asumimos la voluntad inquebrantable de hacer respetar la Constitución como norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución, tanto el Presidente de la República, como la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Moral Republicano y el Poder Electoral.

 

Al constatar que buena parte de estos órganos del Estado han desconocido el contenido de la Constitución y dejado de observar sus normas, tanto en lo que concierne al funcionamiento del Poder Público como al respeto de los derechos de los venezolanos, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en ejercicio de la norma contenido en el artículo 333 de la Constitución, ha decidido emprender una lucha para restablecer su efectiva vigencia e impedir que sea derogada por medios distintos a los que ella expresamente consagra.

 

Los objetivos que seguiremos perseguiendo son la vuelta a la paz, a la democracia, a la Constitución, a las elecciones limpias, a la prosperidad y al progreso.  Si la finalidad de un gobierno es el logro de la mayor suma de felicidad posible, no podemos tolerar que la población sufra hambre, que los enfermos no tengan medicamentos, que la moneda no tenga valor, que el sistema educativo ni eduque ni enseñe solo adoctrinando el comunismo, que la seguridad personal sea un recuerdo lejano, que se sigan violando los derechos humanos, que se utilice la estructura de estado para operaciones de narcotráfico y terrorismo internacional, que la impunidad reine sobre la justicia, que se irrespete la voluntad popular, que millones de venezolanos se hayan visto obligados a abandonar el país; en fin, que el país siga secuestrado.

 

Es contrario al honor militar mantener en el gobierno a quienes no sólo se han olvidado de la Constitución, sino que han hecho de la función pública una manera obscena de enriquecerse y envilecerse. Los que han estado al frente del poder eliminaron, a punta de fuerza e ligalidad, todas las posibilidades democráticas de expresión que podía tener el país, sembrando el odio como unica vía para mantenerse en Miraflores y obligándonos a quienes somos militares institucionales a tomar este dificil camino  para el rescate de la patria.

 

Deseamos pronta recuperación a los heridos de hoy y reiteramos nuestro deseo de que la Fuerza Armada Nacional vuelva a ser una institución esencialmente profesional, sin militancia política, alejada del odio y de la manipulación gubernamental, que su jerarquía sólo encuentre fundamento en los méritos, la capacidad y el honor militar.

 

Insistimos en que no descansaremos en nuestra lucha hasta lograr el retorno de la Constitución y la democracia, la  realización de elecciones libres en el plazo más corto posible, la libertad de todos los presos políticos, la restitución del derecho a la protesta, el respeto a la soberanía popular encarnada en la Asamblea Nacional y la ruptura de cualquier relación de dependencia y sumisión a un gobierno extranjero.

 

Al asumir esta histórica responsabilidad, la Fuerza Armada Nacional sólo aspira cumplir con su deber, quienes la integramos estamos desprendidos de cualquier ambición personal, ademas lo hacemos convencidos de que fue el gobierno quien sembró este camino, sin dejarnos otra posibilidad; y sólo queremos dar vida al pensamiento bolivariano al ratificar que “un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno; es el defensor de la libertad”.

 

(LaIguana.TV)