Es uno de los alimentos básicos de nuestra dieta. Sin embargo, pese a que es una fuente de proteínas y vitaminas, también puede ser perjudicial para la salud.

 

El pollo es uno de los alimentos básicos de nuestra dieta. Sin embargo, pese a que es una fuente de proteínas y vitaminas, también puede ser perjudicial para la salud, de acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (Ccpeeu, por sus siglas en inglés).

 

Según un reciente estudio realizado por los expertos del Ccpeeu, este alimento cotidiano causa más del 12% de los brotes e infecciones intestinales transmitidos por el consumo de alimentos en EEUU.

 

Durante el estudio, el Ccpeeu analizó 5.760 brotes de infecciones registrados entre 2009 y 2015 a través del Sistema de Vigilancia de Brotes y Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (Fdoss), y llegó a la conclusión de que de las 100.939 personas en total, 2.422 cayeron enfermas a causa de la salmonella en huevos, mientras que la salmonella en el pollo causó 1.941 enfermedades.

 

La carne de cerdo y las verduras ocupan el segundo y el tercer lugar de la lista, con 2.670 y 2.572 víctimas, respectivamente.

 

Según advirtieron los científicos estadounidenses, son el norovirus y la salmonella las causas más comunes de enfermedades de transmisión alimentaria.

 

Pero, ¿cómo se puede prevenir la intoxicación? Según aconseja el Departamento de Salud y Servicios Sociales de EEUU, es necesario evitar comer huevos y pollo crudos. Además, se recomienda lavarse las manos con jabón antes y después de tocar los alimentos, así como utilizar un termómetro de cocina. 

 

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que lavar el pollo y los huevos aumenta el riesgo de intoxicación, ya que «las gotas de agua salpican y aterrizan en la encimera, la tabla de cortar, las manos, la ropa, el paño de secar… Es así como las bacterias se difunden. Es por esto que lavar el pollo aumenta el riesgo de contaminación cruzada».

 

(Sputnik News)