cuadro-chisme.jpg

El precio de la panela de papelón de un kilogramo se mantiene circundando los 5 mil bolívares en los mercados populares y comercios de la ciudad, hecho calificado por los consumidores como un robo por parte de los comerciantes.

 

En un recorrido realizado ayer por diferentes locales que expenden el producto, se constató cómo el papelón usado como sustituto de la azúcar refinada, se convirtió en víctima de la especulación y la usura por parte de los distribuidores, comerciantes y revendedores afectando el bolsillo de los ciudadanos.

 

En el Mercado Municipal de Catia, en la parroquia Sucre, la panela del endulzante que pesaba aproximadamente 500 gramos alcanzaba los 2 mil bolívares.

 

En comparación a años anteriores, el producto no es expendido en muchos locales como peculiarmente ocurría a un precio no mayor de 200 bolívares.

 

Sin embargo, a las afueras del concurrido mercado se encontraron comerciantes informales que ofertaron a 1.800 bolívares la panela de papelón, que aunque no mostraba su peso era de color más claro y con un espesor más delgado. Convirtiéndose esta en una mejor opción para aquellos caraqueños que buscaban lo más económico.

 

También en el Mercado de Quinta Crespo, el precio de 500 gramos del producto se ubicó en más de 2 mil 500 bolívares, específicamente en los locales 117 y 121, mientras que en otros establecimientos se mantuvo en 3 mil bolívares.

 

Los vendedores señalaron que no es factible la venta del kilogramo, ya que el costo se mantiene en más de 5 mil bolívares y son pocos los compradores que lo adquieren.

 

En respuesta, la señora Carmen Villasmil comentó que “si el precio de la media panela es caro y pocos la compramos, dudo que muchas personas adquieran el kilo, debido a que el dinero no alcanza para gastar esa suma”.

 

De igual manera, en las fruterías ubicadas en la avenida San Martín, parroquia San Juan, más de 500 gramos de la panela de papelón registraba un costo de 1.800 y 2 mil 300 bolívares.

 

Distribuidores imponen el precio

 

Con respecto al precio, los comerciantes aseveraron que los precios de la panela son asignados por los distribuidores, por lo cual ellos se ven obligados a expenderla a otro costo para generar ganancias y que visto así representa una perdida para los clientes.

 

Para algunos usuarios parte de la especulación del producto se debe al incremento en la reciente demanda por su uso como sustituto del azúcar refinada para endulzar.

 

“A causa de la crisis que transita el país, son muchos los que se aprovechan para aumentar el endulzante usado por las familias venezolanas para los jugos, café y alimentos, por lo cual se convirtió en un negocio rentable para los bachaqueros”, mencionó una mujer de avanzada edad que adquiría el producto en el mercado de Catia.

 

Otro comprador, José Álvarez quien se abastecía en Quinta Crespo, recalcó por experiencia diaria “que los comerciantes varían los precios del producto cada semana, y contribuyen a la guerra económica que azota a la alimentación del pueblo aprovenchando la ausencia de azúcar”.

 

También Haydée González, compradora en San Martín, llaman a la Superintendencia de Precios Justos “para que inspeccione los mercados y así evitar la especulación en los precios”.

 

Desde hace décadas en los pueblos venezolanos se utiliza el jugo de la caña de azúcar para preparar el papelón, el cual es utilizado para el endulce del café, guarapo y el chocolate, por lo que los compradores calificaron como absurdo los altos precios del producto, ya que para su elaboración no es necesaria la importación de ingredientes.

 

(Notiactual)

sustento-12.jpg