El consorcio de constructoras de la central hidroeléctrica de Belo Monte pagó sobornos millonarios al partido político del presidente de Brasil, Michel Temer.
Las firmas constructoras acordaron pagar el 1 % del valor del contrato de Belo Monte, equivalente a 134 millones de reales (41,8 millones de dólares), al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Temer, quien asumió interinamente la Presidencia de Brasil el pasado 12 de mayo tras acusar a su antecesora, Dilma Rousseff de maquillar los fondos públicos.
Gracias a la construcción de Belo Monte, la central de mayor potencia de Brasil y tercera en el mundo, el consorcio cobraría 13.400 millones de reales (unos 4.187 millones de dólares), y según lo acordado las firmas pagaron el soborno millonario, supuestamente a través de donaciones legales a campañas electorales del PMDB entre 2010 y 2014.
La Policía basa sus sospechas en revelaciones hechas por implicados en el caso de corrupción de Petrobras que se han acogido a acuerdos de colaboración con la Justicia para reducir sus penas, entre ellos Otavio Marques de Azevedo, expresidente de la constructora Andrade Gutiérrez, según el documento.
La represa de Belo Monte es una central hidroeléctrica ubicada en el río Xingú en el estado de Pará (norte de Brasil).
La represa de Belo Monte, una central hidroeléctrica ubicada en el río Xingú en el estado de Pará (norte de Brasil), fue construida por un consorcio de empresas formado por Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvao, OAS, Odebrecht, Camargo Correa, Serveng, Galvao Engenharia y J. Mallucelli.
Según las revelaciones, cuatro senadores del PMDB, entre ellos el presidente de la Cámara Alta, Renán Calheiros, además de Romero Jucá, Jader Barbalho y Valdir Raupp, se encuentran entre los que más sacaron partida del soborno.
