La fiebre aftosa o Glospeda, es una enfermedad viral altamente contagiosa caracterizada por generar fiebre altísima y la formación de aftas o vesículas en distintas partes del cuerpo del animal.

 

Los de pezuña dividida, domésticos o salvajes, como los cerdos, ovejas, vacas o caballos son los más afectados. Aunque es una enfermedad  padecida únicamente por animales, su impacto socioeconómico entre las personas es muy fuerte.

 

Explica el Director del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PNAFTOSA), Ottorino Cosivi, que “cuando se contrae fiebre aftosa, se genera una pérdida tremenda al comercio internacional y se compromete el desarrollo rural”, pues el animal come tan poco que puede caer en la anorexia, está poco activo, produce menos leche, se generan abortos y más muertes infantiles.

 

Veterinarios aseguran que es una enfermedad “altamente contagiosa” ya que el virus liberado, al explotarse las aftas, puede permanecer vivo hasta por varias semanas en distintas superficies. La tierra es una de ellas.

 

“Se puede contagiar de animal a animal, de forma directa o indirecta, utilizando por ejemplo las ruedas de los camiones. Las vías de penetración son la digestiva, la cutánea y la aerógena (el aire)”, asegura el portal web Infocarne.

 

Aunque la PNAFTOSA  indica que reforzar el programa de vacunación de la ganadería bovina es la principal herramienta contra esta enfermedad, la mencionada página especializada agrega que en caso de presentarse la enfermedad hay que aislar a los animales enfermos y destruir cualquier zona donde haya estado el animal.

 

Este lunes el gobierno de Venezuela anunció el cierre de la frontera comercial con Colombia ante el “riesgo epidemiológico” por el brote de fiebre aftosa en el vecino país. 

 

(LaIguana.TV)