Este martes 4 de diciembre el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica confirmó la noticia. El cadáver de una mujer encontrado el lunes en avanzado estado de descomposición pertenecía a la venezolana Carla Stefaniak Caicedo, de 36 años, quien fue reportada como desaparecida el pasado 28 de noviembre. 

 

El padre de la joven, Carlos Caicedo, fue el encargado de identificar el cuerpo de Carla, hallado en una zona boscosa cerca del lugar donde se alojó, ubicado en el barrio de San José en San Antonio de Escazú. 

 

Los investigadores informaron que en el departamento donde se hospedó fueron encontradas manchas de sangre compatibles con la del cuerpo hallado. 

 

Por este hecho fue arrestado bajo sospecha el guardia de seguridad del edificio, Bismarck Espinoza Martínez, de 32 años y de nacionalidad nicaragüense, quien se hospedaba en un apartamento al lado de la víctima. 

 

“La persona inculpada por el homicidio estuvo cerca de ella, tuvo oportunidades temporales y especiales para ejecutar el hecho delictivo y surgió como sospechoso a consecuencia de toda la investigación, que permitió detectar que la versión era incoherente e incompatible con las pruebas”, afirmó el director general del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica, Walter Espinoza.

 

El cuerpo de la joven venezolana fue encontrado a 300 metros del apartamento donde se alojaba, y según las autoridades, falleció como consecuencia de lesiones recibidas con arma blanca en cuello y extremidades superiores. Además, presentó un golpe contuso fuerte en la cabeza.

 

Las autoridades informaron que Stefaniak llegó a Costa Rica el pasado 22 de noviembre junto con una familiar para pasar unos días de vacaciones, y tenía previsto regresar a Florida, Estados Unidos, el 28 de noviembre. El hecho de que no abordó el avión y no se comunicó con sus familiares, fue lo que los alertó de que algo extraño sucedía. 

 

(LaIguana.TV)