“Este sábado 5 y en particular el jueves 10, la Asamblea Nacional tiene planteada una disyuntiva clara: el extremismo o el diálogo”, expresó coordinador del Movimiento Juntos y directivo de la alianza Concertación por el Cambio en declaraciones para LaIguana.TV.

 

“La propuesta extremista es el paralelismo: la designación de presidente y gobierno y luego CNE paralelos, es decir, un gobierno en el exilio ¡pero adentro!, lo que sólo podría imponerse por la fuerza de una intervención militar extranjera gringo-colombo-brasileña, lo que yo rechazo con pasión venezolanista”, explicó el dirigente opositor que fue fundador del Movimiento Al Socialismo y luego secretario general de Un Nuevo Tiempo.

 

“La otra opción que tiene la oposición es escoger, más allá de las censuras a la crisis de legitimidad del régimen, el camino de diálogo a propósito de lo cual debería designar una comisión especial de negociadores que de inmediato pidan entrevistarse con el Ejecutivo”, señaló Ochoa Antich.

 

Sí se puede negociar

 

El dirigente político, que en 2018 aupó la candidatura presidencial de Henri Falcón, rechazó el argumento esgrimido por los radicales, en el sentido de que no se puede negociar con un gobierno al que se considera ilegítimo. “Cabe recordar que la crisis de legitimidad del régimen político chavista-madurista no comenzó con los comicios del 20M, como algunos dicen, sino al menos hace 15 años cuando, violando la Constitución, se transformó al Estado (los Poderes Públicos, la Fuerza Armada, etcétera) en instrumento obsecuente del PSUV configurando un verdadero partido/Estado contrario a la democracia, lo que tuvo su clímax al instrumentalizar la convocatoria y elección de la Asamblea Nacional Constituyente. Pues bien, con ese régimen, que ya había comprometido su legitimidad, la oposición fue a elecciones y dialogó y negoció al menos en tres oportunidades”.

 

Añadió Ochoa Antich que las experiencias históricas planetarias indican que generalmente las transiciones democráticas se negocian con regímenes catalogados por sus opositores como antidemocráticos ilegítimos. “Los demócratas chilenos nunca reconocieron la legitimidad de Pinochet; ni los socialistas y comunistas españoles la del régimen franquista; ni Mandela la del Apartheid; ni (Lech) Walesa y Solidaridad o los 77 de Checoeslovaquia la del régimen totalitario comunista; y no sólo se dialogó y negoció con ellos sino que se les hizo parte activa de la transición e incluso de los gobiernos que resultaron de esta”.

 

En su concepto, entonces, la nueva directiva de la AN, que será electa el 5 de enero, “debe convertir en política pública suya el diálogo y la negociación con el gobierno y con el chavismo-madurismo”.

 

Carta a Maduro

 

Durante el fin de 2018, Ochoa Antich, a nombre del movimiento que coordina, dirigió una carta abierta al presidente Maduro en la que también lo exhorta a buscar una salida negociada a la crisis, la cual el vislumbra como el pase del “chavismo-madurismo” a la oposición de manera pactada.

 

En la comunicación, recuerda los tiempos en que estaban en el mismo lado de la política, luchando contra los gobiernos del llamado puntofijismo, pero le advierte que debe evitar pasar a la historia como “el peor presidente de la historia”.

 

“Rechazó la frase según la cual “antes éramos felices y no lo sabíamos”, pero al comparar la realidad de hoy con la de antes de 1998, tenemos que concluir que hoy como país somos menos democráticos, más corruptos, más pobres, y menos productivos que antes”, sentenció Ochoa Antich en su carta.

 

El dirigente opositor concluye proponiéndole a Maduro que facilite la transición para conjurar males mayores como podrían ser una insurrección social, una invasión extranjera o un golpe militar.

 

(LaIguana.TV)