El cáncer constituye una de las principales causas de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud y, si todo sigue como ahora, se estima que las víctimas crecerán en un 70 % en las próximas dos décadas.
El entramado de causas que origina esta enfermedad es complejo, como muchos estudios ya se han encargado de demostrar. Algunos de ellos, por ejemplo, ha sugerido que la represión de emociones podría ser un poderoso desencadenante de cáncer…
¿En qué consisten las evidencias?
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Rochester y la Escuela de Salud Pública de Harvard halló que todas aquellas personas que reprimen su enojo tienen un 70 % más de riesgos de morir de cáncer.
Por su parte, la Universidad de Michigan concluyó que la represión de la irapuede acortar la expectativa de vida tanto en hombre como mujeres, en la medida en que promueve el desarrollo no solo de cáncer, sino también deproblemas respiratorios o cardiovasculares.
El Departamento de Salud Pública de California evaluó la salud de 847 mujeres diagnosticadas con cáncer y sus reacciones emocionales. Aquellas que guardaron su ira tuvieron un nivel más bajo de supervivencia.
La Universidad de Stanford demostró mediante otra investigación que las emociones fuertes estimulan la producción de cortisol y que este efecto puede favorecer la muerte prematura de las mujeres con cáncer de mama.
En definitiva, cuando reprimimos nuestras emociones, potenciamos la producción de cortisol (también conocida como la «hormona del estrés») y esta se encarga de aplacar la respuesta de nuestro sistema inmune. Y cuando este no funciona de la manera adecuada, las células normales pueden mutar y transformarse en cancerígenas.
¿Nuestras recomendaciones?
No descuides tu salud emocional. Para ello, regálate al menos 5 minutos de meditación todos los días.
Cumple con tus obligaciones, pero no te olvides de comprometerte con esa actividad que te llena el alma a un nivel regular.
Haz el ejercicio que más disfrutes. No tienes por qué salir a correr: ¡hay tantas alternativas! Solo elige la que más disfrutes y celebra tu vida en movimiento.
Disfruta de los alimentos que te gustan, pero no dejes de proporcionarle a tu cuerpo los nutrientes que necesita para mantenerse sano y fuerte.
¡Exprésate! No guardes energía negativa en tu cuerpo, porque te terminará jugando muy en contra.
Que tu bienestar físico y mental sean tu prioridad. No permitas que el cáncer te asalte desprevenido.