En Totalán, municipio de la provincia española de Málaga, han empezado los trabajos de perforación para cavar un pozo para sacar a Julen, un niño de dos años que el pasado domingo cayó a un pozo de más de 100 metros de profundidad y de apenas 25 centímetros de diámetro. El retraso en las labores de excavación se debió a la existencia en el lugar de un macizo de piedra compuesto de pizarra, arena y gneis.

 

Los ingenieros dan un plazo mínimo de 35 horas para llegar hasta Julen si las condiciones son favorables y no se presentan nuevos impedimentos. Después de perforar un pozo vertical paralelo al orificio por el que cayó el menor, una operación que tomará unas 15 horas, un grupo de mineros pasará a la segunda fase de las labores para abrir una galería horizontal de entre 3,5 y 4 metros, una tarea que durará cerca de 20 horas.

 

Ángel García Vidal, representante del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, afirmó en una rueda de prensa este sábado que el ánimo en el lugar es «absolutamente impresionante». «No pesan las horas, ni el cansancio, ni la falta de sueño», dijo el ingeniero, y aseguró que todo el equipo está decidido a «llegar cuanto antes a Julen», atrapado bajo la tierra desde hace seis días y del que no se sabe si sigue con vida.

 

(RT)