La polémica modelo belga, Marisa Papen, conocida por las polémicas fotos en las que aparece desnuda en varios lugares emblemáticos del mundo, ha vuelto a generar debate en las redes sociales.

 

La joven de 26 años ya había causado revuelo con sus pósters de connotación religiosa en los que aparece tal y como Dios la trajo al mundo. Papen insiste en que no es una opositora a la fe o la religión y subraya que su misión es ayudar a las personas «a liberarse de la prisión mental».

 

La tienda de arte contemporáneo Frank Rose está ahora vendiendo esculturas de 20 cm de Marisa Papen, desnuda como de costumbre y amamantando a un bebé negro. Todo hubiese pasado desapercibido, de no ser porque en la escultura se llama «Ave Marisa», haciendo una alusión a la virgen y al niño Jesús en sus manos.

 

Cada pieza está valorada en 69,99 dólares, lo que no es mucho, teniendo en cuenta que cada póster suyo cuesta entre 3.500 y 20.000 dólares.

 

Muchas personas religiosas consideran sus fotos irrespetuosas. Marisa Papen y su fotógrafo fueron arrestados e interrogados en diciembre del 2018, durante una sesión fotográfica, pero fueron liberados después de que la policía del Vaticano le incautara las imágenes. Un año antes, fue detenida en Egipto, donde protagonizó una serie de desnudos en frente a las pirámides de Giza y los templos faraónicos de Luxor.

 

(Sputnik News)

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