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¿El fin del excepcionalismo estadounidense? Es una deducción plausible de lo afirmado en una entrevista con el diario ‘The New York Times’ por el presidente electo de EE.UU. Donald Trump. La principal conclusión que se desprende de sus declaraciones es que en muchos aspectos la política exterior planeada por el magnate es opuesta a la de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama.

 

Al ser preguntado sobre su opinión del papel de EE.UU. en el mundo, asevera «No creo que debamos ser un país constructor de naciones. Pienso que ya lo hemos intentado. […] Me parece que nuestra intervención en Irak fue uno de los mayores errores en la historia de nuestro país».

 

Se trata de una posición muy alejada de la visión del papel de Washington que tenía Obama, que insistía en la idea del excepcionalismo estadounidense y en que los ciudadanos «estuvieran orgullosos» de tener, entre otras cosas, el ejército más poderoso del mundo. Así lo demuestran los casos de Libia y Somalia o Irak y Siria: el mandatario saliente no desaprovechó ninguna oportunidad de que EE.UU. fuera protagonista en la esfera mundial.

 

«Hay que resolver el problema de Siria o continuaremos luchando para siempre»

 

El futuro inquilino de la Casa Blanca también se refiere a Siria: «Hay que resolver este problema, porque [de no hacerlo] continuaremos luchando, luchando para siempre. Tengo un punto de vista diferente al de todos […] Creo que lo que pasó es horrible». «Lo único que puedo decir es: debemos acabar con una locura que no para en Siria», remarca. 

 

A propósito del conflicto entre el Gobierno sirio y los opositores al presidente Bashar al Assad, uno de los puntos de fricción en las relaciones entre EE.UU. y Rusia, Trump añade: «Hablé con [el presidente ruso Vladimir] Putin […] Me gustaría mejorar las relaciones con Rusia y [a los rusos] les gustaría mejorar las relaciones con nosotros también». En conversación telefónica ambos políticos se comprometieron a trabajar de manera conjunta para que la situación mejore, especialmente en materia económica y comercial.

 

Otros planes controvertidos

 

En la entrevista, Trump también aborda la cuestión del cambio climático: solo unos meses después de que la Administración de Obama anunciara la firma del Acuerdo de París (para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero) Trump promete estudiar la posibilidad de no cumplirlo.

 

Antes de la conversación con el diario estadounidense, Trump ya había anunciado que retirará a EE.UU. del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) tan pronto como llegue a la Casa Blanca. El republicano, que calificó el acuerdo como un «desastre potencial» para su país, se muestra partidario de negociar «acuerdos bilaterales justos de comercio» que generen empleo e industria.

 

Esta última promesa ha generado numerosas críticas y confusión entre los líderes de los países miembros del Acuerdo, así como en el resto del mundo. En el diario ‘La Republica’,  el economista peruano Humberto Campodónico afirma que ahora el TPP, tal como está firmado, no puede seguir adelante ya que se requería que entre los países que lo suscribieran llegaran al 85% del PIB del conjunto. «Sin EE.UU. no se alcanza esta cifra. Esa condición se encuentra en el artículo 35 del TPP», remata.

 

(RT)

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