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El vigilante del edificio donde fue ultrajada y asesinada el pasado fin de semana una niña indígena de siete años, en un caso que causa conmoción en la sociedad colombiana, fue encontrado muerto este viernes, informaron las autoridades.

 

Identificado como Fernando Merchán, el vigilante ya había sido interrogado como parte del caso y apareció muerto en su vivienda en el sur de Bogotá en circunstancias que aún no están claras, pero que apuntan a un suicidio, pues junto a su cuerpo fue encontrada una carta.

 

«El testimonio del señor Merchán nos brindó muchas luces para tener un mejor conocimiento de lo acontecido en el apartamento el pasado 4 de diciembre», dijo a periodistas el fiscal general Néstor Humberto Martínez al ser preguntado por el fallecimiento del celador.

 

«Es cierto, existe una carta (que él dejó) y su contenido mantiene la reserva de la investigación», añadió el fiscal.

 

El arquitecto Rafael Uribe Noguera, de 38 años, es señalado como presunto autor del rapto, abuso sexual y asesinato de la menor indígena y el miércoles fue enviado a prisión por un juez de control mientras se desarrolla el juicio en su contra.

Este mismo viernes fue entrevistado por las autoridades el abogado Francisco Uribe Noguera, hermano del sospechoso, en relación con el caso. Pues, según el registro del vigilante Merchán, él -y otra hermana del detenido- ingresaron al apartamento donde fue encontrado el cuerpo de la menor horas antes de que llegara la policía.

 

El crimen ha conmocionado a Colombia, donde las autoridades han dicho que la violencia sexual contra menores «va en aumento».

 

Hasta el pasado 31 de octubre, se habían realizado 18.000 estudios forenses relacionados con abuso sexual a menores de edad en todo el país, según el Instituto de Medicina Legal.

 

(AFP)