El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió este sábado el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento al trabajo realizado durante su Gobierno para alcanzar la paz de su país por medio de un proceso de negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
En una ceremonia realizada en el ayuntamiento de Oslo, el mandatario colombiano destacó que después de que el primer acuerdo fuese rechazado por el pueblo en plebiscito, «el Premio Nobel fue el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino, ¡el puerto de la paz!».
Desde el año 2012 las FARC-EP y el Gobierno de Santos decidieron sentarse en la mesa de negociaciones para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado, y pese a que el acuerdo de paz fue trabajado, luchado y logrado entre ambas partes, Santos acudió a recibir el reconocimiento sin acompañamiento de algún representante de la insurgencia.
Santos indicó que para muchos colombianos la paz era algo imposible, pues muy pocos recordaban lo que era vivir en un país sin guerra, y celebró que tras seis años de trabajo de diálogo y con el apoyo de toda la comunidad internacional «se está haciendo lo imposible».
«La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado», reiteró.
Durante su discurso ante los asistentes a la ceremonia, el jefe de Estado colombiano aseguró que al igual que la vida, la paz es un proceso que depara muchas sorpresas y tal vez ahora se puede soñar con un mundo sin guerra. «Lo imposible puede ser posible», añadió.
Juan Manuel Santos señaló que en octubre pasado los promotores del acuerdo quedaron sorprendidos cuando en plebiscito la opción del No a la paz ganó por poca diferencia al Sí, sin embargo, aunque la esperanza parecía apagarse, se propusieron escuchar los planteamientos de quienes votaron no y de quienes no votaron, a fin de convertir ese revés en un paso para llegar a la paz.
En un breve comentario, Santos agradeció la labor de las FARC-EP e hizo un ligero señalamiento de su voluntad de paz, sin cuya acción el proceso hubiese fracasado.
