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Luego de recibir fuertes críticas por parte del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, la gran empresa automotríz, Ford, decidió anular este martes su plan por 1.600 millones de dólares para construir una nueva planta en México.

 

El anuncio de la Ford ocurre en momentos en que Trump aumenta las presiones sobre las grandes empresas estadounidenses para que traigan de retorno al país sus plantas de producción o ensamblaje y ayuden a crear puestos de empleo.

 

Segundo mayor grupo automotor de Estados Unidos, Ford parece haber entendido claramente el mensaje y anunció haber dado marcha atrás en sus planes de abrir una nueva planta en México, donde crearía unos 2.800 puestos de trabajo.

 

«Ford anunció que canceló los planes para la nueva planta en San Luis Potosí, México», informó la firma en un comunicado, en referencia a un proyecto que costaría unos 1.600 millones de dólares y que había sido anunciado en abril de 2016.

 

La competidora General Motors fue objeto este martes de las críticas (por medio de Twitter) de Trump, quien amenazó a la transnacional con fuertes impuestos a la importación de sus vehículos producidos en el extranjero, especialmente en México.

 

«General Motors está enviando su modelo Chevy Cruze, hecho en México, a Estados Unidos sin pagar impuestos al cruzar la frontera. ¡Háganlo en Estados Unidos o paguen una alta tasa de frontera!», expresó el presidente electo.

 

Trump también usó Twitter para presumir sobre la decisión de Ford. «En vez de ahuyentar empleos y riqueza, Estados Unidos será el más grande imán del mundo para la innovación y la creación de empleos», escribió luego de difundir un reporte del anuncio con el logo de Ford.

 

Ford anunció que la decisión involucra la adición de 700 puestos de trabajo e inversiones por 700 millones de dólares en un plazo de cuatro años para ampliar su planta de Flat Rock, en Michigan (norte de EEUU), para la producción de automóviles eléctricos y sin conductor.

 

(AFP)