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La sobreprotección de los padres hacia los hijos, aunado, a la saturación de tareas extraescolares y la abundancia de bienes materiales pueden traer graves consecuencias en los campos psicológicos y emocionales de los retoños. Así lo dio a conocer un estudio realizado por el profesor y orientador estadounidense Kim Payne.

 

Este querer sobrevolar todo el tiempo sobre la vida de los hijos es lo que se conoce como padres helicópteros.

 

En su trabajo el investigador simplificó la vida de niños diagnosticados con un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Al cabo de tan solo cuatro meses, el 68% de estos pequeños habían pasado de ser disfuncionales a ser clínicamente funcionales. Además, mostraron un aumento del 37% en sus aptitudes académicas y cognitivas, un efecto que no pudo igualar el medicamento más prescrito para este trastorno, el Ritalin.

 

Estos resultados son, en parte, extremadamente reveladores y, por otra parte, también son ligeramente atemorizantes ya que nos hace preguntarnos si realmente les estamos proporcionando a los pequeños un entorno sano desde el punto de vista mental y emocional al llenarlos de todo aquello que no pudimos tener cuando éramos chicos o al pretender que sean pequeños adultos, en lugar de solo niños que viven su infancia.

 

Payne afirma que los cuatro pilares del exceso sobre los cuales se erige la educación actual de los niños son:

 

1. Demasiadas cosas

 

2. Demasiadas opciones

 

3. Demasiada información

 

4. Demasiada velocidad

 

Cuando los niños son abrumados de esta forma, no tienen tiempo para explorar, reflexionar y liberar las tensiones cotidianas. Demasiadas opciones terminan erosionando su libertad y les roba la oportunidad de aburrirse, que es fundamental para estimular la creatividad y el aprendizaje por descubrimiento.

 

La mejor manera de proteger la infancia de los niños es decir “no” a las pautas que la sociedad pretende imponer. Se trata de dejar que los niños sean simplemente eso, niños. La vía para proteger el equilibrio mental y emocional de los niños consiste en educar en la simplicidad.

 

Recuerda que los niños tienen toda la vida por delante para ser adultos, mientras tanto, deja que sean niños y disfruten de su infancia.

 

Con información de Rinconpsicologia.com.