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Probablemente el nombre de Bruno Fernandes no le suene de nada. En Brasil, todos saben que cumple una condena de 22 años por encargar el asesinato de una de sus amantes. El único ‘delito’ que cometió Eliza Samudio fue quedarse embarazada del guardameta del Flamengo en una orgía y no abortar. Su decisión de ser madre le acabaría costando la vida en el verano de 2010. Tenía 25 años.

 

Según la Policía del estado de Minas Gerais, Bruno asistió a la ejecución de Eliza y fue quien más frío se mostró en las declaraciones para reconstruir los hechos. Tras varios días de tortura en una finca propiedad del portero, la mujer fue trasladada en una camioneta a la localidad de Vespasiano. Allí, en la casa del ex policía Marcos Aparecido dos Santos, alías ‘Bola’, fue estrangulada por éste hasta la muerte con una corbata antes de ser descuartizada. Sus huesos fueron enterrados en algún lugar y el resto lo devoraron los rotweilers del asesino.

 

Participaron como cómplices en el secuestro Luiz Henrique Ferreira ‘Macarrón’, amigo del jugador, y Jorge Luiz Rosa Sales, primo de Bruno y menor de edad cuando se cometiió el crimen. Fue él quien golpeó con la culata de una pistola a Eliza para reducirla en el vehículo de Bruno. Los restos de sangre que quedaron en la tapicería resultaron una prueba irrefutable para esclarecer el crimen.

 

También fue procesada Fernanda de Castro, otra de las amantes de Bruno. Su misión consistió en custodiar durante unos días al bebé, arrebatado por la fuerza a Eliza. Le había llamado Bruno, con la esperanza de que algún día su padre reconociese al hijo como suyo. Nada más alejado de la realidad. El guardameta había ofrecido 40.000 reales a quien la convenciese de no dar a luz y fue acusado de inyectarle contra su voluntad una sustancia abortiva que no dio resultado.

 

Lo último que se le ocurrió fue darle muerte a manos de un matarife a sueldo. Fue el fin de la carrera deportiva de Bruno, ídolo y capitán del Flamengo. Soñaba con jugar el Mundial de Brasil 2014 con la Canarinha pero acabó entre rejas. El pasado 21 de junio, se casó en la prisión de Santa Luzia con la dentista Ingrid Calheiros, con quien inició su relación durante la investigación sobre el asesinato.

 

(marca.com)

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