La presidenta constitucional de Brasil, Dilma Rousseff, declaró que si el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se postulara a las próximas elecciones de Brasil, las ganaría.
Lula, quien fue mandatario durante dos periodos entre el 2003 y el 2010, es presidente honorario del Partido de los Trabajadores (PT). En una reunión del partido fue aclamado bajo el canto “Brasil, urgente, Lula presidente”. Pero en aquel momento el dirigente del PT, Rui Falcão, expresó que no se trataba de un lanzamiento de candidatura porque el partido no lo ha decidido aún.
Sin embargo, Rousseff dijo que es “importante para Brasil que Lula sea candidato”. Al respecto la senadora brasileña, Gleisi Hoffman, presentó a Lula como el “que fue y volverá a ser presidente de Brasil”.
Este sentimiento de retorno del exmandatario al poder en Brasil tiene varias complicaciones. Lula se encuentra implicado en múltiples acusaciones de supuesta corrupción y lavado de dinero. Incluyendo la denominada Operación Lava Jato que investiga la red de sobornos y desvíos de dinero en torno a la empresa estatal Petrobras. A finales de enero y principios de febrero se espera que el juez federal, Sergio Moro, emita el primer fallo respecto a estos casos.
Si el fallo fuera en contra del expresidente, este podría presentar una apelación que, en caso de perderla también, resultaría enviado a prisión e incapaz de postularse para el 2018.
Dilma Rousseff, quien presentará el miércoles 25 un seminario sobre las condiciones de su destitución en la ciudad española de Sevilla, ha calificado estos juicios como un “segundo golpe”. El primero fue el proceso de imputación que la apartó del cargo y el segundo sería evitar que Lula se postule para los comicios del 2018.
Este martes 24 la esposa del expresidente, Marisa Leticia Rocco, sufrió un accidente cerebro-vascular y ha sido hospitalizada en la ciudad de São Paulo. La segunda esposa de Lula se encuentra implicada con la justicia brasileña por los casos de sobornos y corrupción de la empresa constructora Odebrecht.
