El derrocamiento de Nicolás Maduro sería una «gran victoria política» para la Administración Trump, pero el apoyo de Rusia a Venezuela podría frustrar estos planes, opina Walter Russell Mead en su artículo para The Wall Street Journal.

 

Según el académico, si Rusia sigue apoyando al presidente venezolano Maduro, la crisis «podría escalar dramáticamente». Es posible que «se repita en Venezuela la humillación que sufrió Occidente en Siria», advierte.

 

«Una victoria estadounidense en Venezuela enviaría un mensaje claro a todo el mundo. (…) Pero un revés humillante antes de las elecciones sería un duro golpe», escribe el autor.

 

Para Russell Mead, Cuba también desempeña un papel crucial en la crisis. Observa que «el continuo colapso de la economía venezolana significa que el régimen cubano también se enfrenta al desastre».

 

«Desde el punto de vista de la Administración Trump, esta es una oportunidad histórica», subraya.

 

Según el columnista, la esperanza de victorias históricas en Cuba y Venezuela y el temor a una costosa derrota hicieron que la Administración Trump adoptara sanciones económicas de mayor alcance jamás impuestas.

 

El analista político Konstantín Blojín señaló en declaraciones a Sputnik que EEUU realmente podría presentar el hipotético derrocamiento de Maduro como su principal logro de política exterior.

 

«Ya ha habido varias pseudovictorias, como la supuesta victoria de EEUU sobre ISIS o la última reunión con el líder norcoreano Kim Jong-un, que se había anunciado como el ‘acuerdo del siglo’, pero que terminó prácticamente sin nada», recordó el experto.

 

Un golpe de Estado en Venezuela se percibiría en EEUU como la puesta en marcha del ‘efecto dominó’.

 

«Esperarían que Cuba, Nicaragua y otros fueran los siguientes. Pero es poco probable que tengan éxito (…) Cuba es un hueso duro de roer para Estados Unidos», opinó Blojín.

 

Al mismo tiempo, América Latina ve que Rusia y China están mostrando interés respecto a su continente y concluye que ya no es el ‘patio trasero’ de EEUU, señaló el analista.

 

«Esto, por supuesto, les da mucho apoyo moral [a los países de la región]. Y la política de ultimátum de Trump en América Latina, de hecho, solo los aleja de Washington y consolida a todos los críticos de EEUU», agregó Blojín.

 

(Sputniknews)