Britney Spears obtuvo una orden temporal de alejamiento contra un hombre que según la cantante ha vuelto a acosarla a ella y su familia.

 

Un juez le ordenó el miércoles a Sam Lutfi, de 44 años -quien enfrenta batallas legales con la familia Spears desde hace una década- mantenerse al menos a 183 metros de la cantante, sus padres y sus hijos, de 12 y 13 años. 

 

El juez también le ordenó que no contacte ni hable mal de ningún miembro de la familia. Según la solicitud de la orden de alejamiento, Lutfi ha estado enviando textos hostigadores y amenazantes a la familia Spears y los ha denigrado en redes sociales. “Las acciones del señor Lutfi han causado trauma mental severo en un momento en que la señorita Spears se está recuperando del estrés relacionado con la salud de su padre y su trabajo”, dice el documento.

 

“La injustificada interferencia del señor Lutfi en su vida amenaza la seguridad y el bienestar de la señorita Spears”, añade el texto. 

 

En enero, Spears inició una pausa por tiempo indeterminado en su carrera y postergó el inicio de una residencia musical en Las Vegas para poder dedicarse a la convalecencia de su padre.

 

Lutfi dijo que no ha hecho contacto con Spears desde el 2009, cuando la cantante obtuvo otra orden restrictiva en su contra. La orden está vigente hasta una audiencia sobre el tema el 28 de mayo.

 

Lutfi tuvo una gran presencia en la vida de Spears mientras ésta se encontraba en la cúspide de la fama, y argumentó ser su mánager en los años previos al colapso emocional público que sufrió en el 2008. La orden de alejamiento concedida el miércoles también alega que él ha buscado socavar la tutela. 

 

El exmánager demandó a la familia Spears en el 2009 asegurando que Britney Spears había incumplido un contrato que tenía con él, Jamie Spears lo había golpeado y Lynne Spears lo había difamado en un libro de memorias.

 

Un juez desestimó la demanda en el 2012, otro juez la restauró más tarde en una apelación, y las partes la resolvieron en el 2016. 

 

(Milenio)