El canciller de Austria, Sebastián Kurz, quien  acaba de ser destituido por delitos de corrupción, quedó anotado en la lista de mandatarios que han salido anticipadamente del poder, luego de haber solicitado la salida del presidente venezolano Nicolás Maduro.

En febrero, Kurz contó por Twitter que había hablado por teléfono con el “presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó”, a quien ofreció apoyo y le prometió que Austria se sumaría a los países que lo reconocen como jefe de Estado, si Maduro no convocaba a elecciones presidenciales en plazo perentorio.

«Acabo de tener una muy buena conversación telefónica con el presidente Juan Guaidó. Tiene todo nuestro apoyo para restaurar la democracia en Venezuela», escribió el político de derecha. “Los venezolanos han sufrido demasiado tiempo por la mala gestión y el desprecio del estado de derecho por el régimen de Maduro”.

En mayo, Kurz emitió otra declaración criticado al gobierno de Maduro por la detención de varios diputados que participaron en el intento de golpe de Estado del 30 de abril.

Su salida no significa que Austria vaya a cambiar de posición respecto a Venezuela, pues se trata de una de las naciones de Europa donde las fuerzas de ultraderecha están floreciendo con intensidad. Sin embargo, Kurz ha experimentado precozmente (tiene apenas 32 años de edad) los efectos karmáticos de la injerencia en asuntos de otras naciones.

 

Entre los jefes de gobierno que han afirmado que “Maduro debe irse” y luego han quedado fuera de sus cargos antes de lo previsto se cuentan el español Mariano Rajoy, el peruano Pedro Pablo Kuczynski, la británica Theresa May y, ahora, el canciller austríaco.

(LaIguana.TV)