La distracción preferida en estos tiempos de redes sociales es destruir al otro. El caso Adrián Solano ha sacado a relucir muchas falencias sociales. Mientras en países como Rusia, Ucrania, Portugal ciudadanos se han mostrado dispuestos a ayudarle en sus entrenamientos, en su natal Venezuela el odio desatado -una vez más por la oposición- ha hecho de las suyas.

 

Principalmente, ese desprecio es alentado por tuiteros derechistas que han buscado y rebuscado fotos que Solano publicó en sus redes sociales donde muestra su simpatía por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), se le ve en marchas revolucionarias y portando armamento militar como estudiante de la Unefa.

 

Aunado a esto, es partidario de apoyar otra causa que genera odio en la derecha venezolana, como lo es el respaldo a la comunidad de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (Lgbti). Motivo por el cual también ha sido objeto de burla.

 

Con estas expresiones llenas de intolerancia y fascismo se demuestra los verdaderos sentimientos de activistas de oposición y tuiteros que los apoyan en Venezuela.

 

(LaIguana.TV)

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