A medida que EEUU trata de convencer a sus aliados de que Huawei representa una amenaza a su seguridad, Rusia confió a la empresa china el desarrollo de la tecnología inalámbrica de la siguiente generación en su territorio. Este hecho ha causado preocupación en EEUU, en donde temen que el país pierda la hegemonía tecnológica.

 

El respectivo acuerdo lo firmó Huawei con la empresa de telecomunicaciones rusa MTS la semana pasada en el marco del Foro Económico de San Petersburgo y en presencia del presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo chino Xi Jinping.

 

Hacia nuevas cimas de cooperación bilateral

 

MTS comunicó que planea invertir en el desarrollo de las redes inalámbricas de quinta generación más de 20.000 millones de rublos (unos 310 millones de dólares) durante los próximos cinco años. La empresa rusa y el Gobierno de Moscú ya firmaron un acuerdo sobre el despliegue de la red 5G en la capital rusa. Los ensayos de la tecnología comenzarán en los próximos meses.

 

Hoy en día Huawei es la segunda empresa del mundo en cuanto a producción de smartphones. Esta es la razón por la que la Administración de EEUU ha reconocido en repetidas ocasiones que la empresa china representa una amenaza para su liderazgo en la carrera por la creación de las tecnologías móviles del futuro, opina la periodista rusa Natalia Dembínskaya.

 

«El acuerdo entre Huawei y MTS evidencia la alta confianza mutua que hay entre Pekín y Moscú. Esta cooperación ha provocado pánico en Occidente», recalca la autora en su artículo para la versión rusa de  Sputnik, citando el reciente análisis que fue publicado sobre el tema por la cadena estadounidense de CNN.

 

¿Qué le preocupa a Washington?

 

En este análisis el periodista, James Griffiths, considera que el acuerdo firmado por Huawei y MTS permitirá a los dos países a avanzar en el desarrollo de las tecnologías de Internet.

 

«Mientras que algunas ciudades de EEUU han empezado a desplegar las redes 5G, los analistas advirtieron que la prohibición de Huawei conlleva el riesgo de que se ralentice la adopción de la tecnología en todo el país norteamericano, que como consecuencia podría quedar por detrás de China. Ahora, incluso Rusia, que no solía considerarse como un líder tecnológico, puede estar lista para adelantar a EEUU en este ámbito», remarca Griffiths.

 

Encabezados por China, cada vez más países abandonan el principio de internet abierto, adoptando la doctrina de Pekín relacionada con la ciberseguridad. En esta doctrina los Gobiernos protegen bien sus fronteras de Internet, apoyan a las empresas tecnológicas nacionales y obligan a sus competidores internacionales a localizar datos y hacerlos asequibles para las agencia de seguridad domésticas, recuerda el autor del artículo.

 

En el 2018 el exejecutivo de Google Eric Schmidt también advirtió de esta división peligrosa en la manera de utilizar Internet: al estilo de China y el que no se aplica en el país asiático.

 

«Con su campaña contra Huawei, Washington está acelerando esta división. La bifurcación de Internet en dos o más esferas podría conllevar al desarrollo de distintos estándares y regulaciones. Todo esto hará más difícil la comunicación a nivel internacional y el movimiento entre los dos sistemas», concluyó.

 

(Sputnik)