Fue el 23 de mayo de 2008 cuando nació la Unasur en la ciudad de Brasilia, y bajo la batuta del expresidente venezolano, Hugo Chávez. Integrada por 12 países, su objetivo era lograr una mayor integración de América del Sur, organizar un espacio de discusión que fuera autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y hacer frente a las amenazas imperialistas contra la región. El Banco del Sur, hijo financiero de Unasur, también, fue uno de los tantos logros de la organización.

 

El Tratado Constitutivo de la institución entró en vigor en 2011, motivado por la interferencia abierta de Estados Unidos en la vida política de Bolivia tras tres años de acciones sistemáticas de desestabilización, incluyendo un intento de guerra civil, luego de que Evo Morales fue electo presidente.

 

No obstante, la profundización del giro de los gobiernos de América Latina hacia la derecha, en los últimos años, ha puesto en jaque a la institución. Los desacuerdos y divisiones generados llegaron al punto de que el organismo estuvo operando, desde el 31 de enero de 2017, sin secretario general por falta de acuerdo. Sin embargo, un bloque de seis países, sí que se ponían de acuerdo en algo, rechazar a Venezuela.

 

El último en Salir ha sido Chile, según Ecuador, Santiago ha denunciado, en un comunicado, el Tratado Constitutivo de la Unasur. En marzo, los mandatarios de Chile, Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Paraguay se reunieron en Santiago de Chile, y pusieron la primera piedra de Prosur, un nuevo bloque regional que excluye a Venezuela y pretende reemplazar a Unasur.

 

(HispanTV)