Irán convoca al encargado de negocios de EAU por albergar en su suelo la base militar de EE.UU. desde donde despegó el dron espía norteamericano derribado en Irán.

 

El Ministerio iraní de Exteriores ha llamado este sábado a su sede al encargado de negocios de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en Teherán, capital persa, para transmitirle la protesta oficial de Irán por la violación de su espacio aéreo por un avión no tripulado estadounidense que despegó de una base militar de EE.UU. ubicada en el estado árabe.

 

“La República Islámica de Irán está en contra de que provean de instalaciones [militares] a las fuerzas extranjeras, si estas se utilizan para perpetrar cualquier tipo de violación contra las fronteras marítimas, terrestres y aéreas de Irán”, según ha comunicado la Cartera persa.

 

La División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) iraní derribó el pasado jueves el dron espía estadounidense modelo RQ-4 Global Hawk, cuando el aparato se encontraba dentro del espacio aéreo de la República Islámica en la provincia sureña de Hormozgan.

 

Más tarde, el CGRI detalló que dicha aeronave, que despegó a las 19H44 GMT del miércoles de base aérea emiratí de Al Dhafra, en el Golfo Pérsico, “apagó todos sus dispositivos de reconocimiento”, y cruzando el estrecho de Ormuz, se dirigió hacia el este en dirección hacia el puerto iraní de Chabahar, desde donde entró en el espacio aéreo persa para recopilar información.

 

Altos mandos militares de Irán afirman que el derribo del dron es un mensaje claro y firme para Washington. Portavoces militares estadounidenses han reconocido la pérdida del aparato, si bien han insistido en afirmar que estaba en el espacio aéreo internacional cuando fue abatido.

 

La violación del espacio aéreo iraní por un dron estadounidense se produce en un momento de alta tensión en el Golfo Pérsico debido a las acciones de EE.UU. y de varios de sus aliados regionales. Washington, desde su salida unilateral del acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 —entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—, ha venido aumentando la presión sobre Irán, imponiéndole diversos embargos, al mismo tiempo que incrementa su presencia militar en la región del Oriente Medio.

 

Irán resta importancia a la retórica belicista estadounidense, que se integra en el marco de su “guerra psicológica” contra Irán; no obstante, hace hincapié en que sus tropas están listas para dar una “respuesta contundente en un tiempo récord” a cualquier posible agresión militar extranjera.

 

(Hispantv)