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Una mujer, de 33 años, quien reside en Neiva, Colombia, denunció que su pareja la marcó en su cuerpo con hierro caliente. El caso fue dado a conocer luego de más de dos meses de sucedido el hecho.

 

La denuncia fue instaurada ante la Fiscalía el pasado 6 de enero por parte del apoderado de la víctima, quien, por razones de seguridad, se abstuvo de suministrar su nombre y el de la afectada.

 

“El sindicado de este delito es un comerciante que el 23 de diciembre del año pasado marcó a su pareja con un hierro caliente, de los que se usan para marcar ganado”, afirmó el abogado. “La marcó dos veces en uno de sus glúteos (…) Ellos eran novios y llevaban un año de relación sentimental, pero no tenían hijos”, agregó.

 

En la denuncia la mujer narró que en diciembre pasado se reconciliaron, tras un rompimiento de 15 días por varias discusiones. El día 23 ella recibió una llamada de su novio, quien la citó al conjunto residencial Amaranto, en la zona norte de Neiva, y luego salieron en carro “a dar una vuelta, con lo que terminamos tomando cerveza y whisky que me daba”.

 

Luego de algunas horas volvieron el apartamento, “donde continuó dándome whisky en vasos”.

 

De un momento a otro, el hombre se dirigió a la cocina, donde ella lo encontró calentando un hierro en la estufa. Cuando le preguntó para qué era, le contestó: “Para marcarla a usted” y, tras un cruce de palabras, ella le respondió que “estaba loco”. En ese momento recordó que meses atrás su novio le había insinuado la misma situación, “porque yo era de él, pero me daba risa, pues jamás imaginé que llegaría a hacerlo”.

 

Según el texto de la denuncia, cuando ella caminaba lentamente hacia la habitación, “él le colocó el hierro caliente en un glúteo y, en medio del dolor, la mujer se desmayó, pero al instante la volvió a marcar”.

 

El abogado narró que, con anterioridad, ella había sido víctima de maltrato proveniente de su compañero sentimental y pese a que la golpeaba, “seguía con la relación, pues, según cuenta, estaba enamorada de él”.

 

Tras el incidente, la mujer no buscó ayudó médica y prefirió hacerse las curaciones en la piel por cuenta propia “pero vivía deprimida y encerrada en su casa. Le daba vergüenza y temor contar su situación”. Ni sus hijos de 17 y 16 años, producto de otra relación, llegaron a enterarse de lo sucedido.

 

A comienzos de enero tomó la decisión de contarlo todo e instauró la denuncia en la Fiscalía.

 

“Pedimos agilidad del proceso para determinar la responsabilidad jurídica del atacante”, aseguró el apoderado de la víctima.

 

(ElTiempo)